Normal en toda relación el tener discusiones de pareja, pero lo que no es tan normal es tener la suficiente inteligencia emocional para solventarlas sin que nadie salga perjudicado.
En principio, una discusión se motiva normalmente por el desacuerdo entre las opiniones de uno y de otro. Uno quiere dar a entender que su versión de la realidad es una, y el otro quiere mostrar que esa realidad no es así, sino como el la muestra, por tanto, al no haber un acuerdo sobre qué opción es la correcta....se llega a la discusión para tratar de demostrarle a la otra persona que estaba equivocada....y lo gracioso de todo es que la realidad es solo una, y la verdad también.
No vamos a entrar en la base de lo que son las discusiones en las parejas, porque si no tendríamos que escribir prácticamente un libro y bien grande sobre ello, sino que vamos a ver cómo debes actuar con inteligencia ante ellas, siempre para obtener un beneficio posterior....beneficio mutuo, me refiero.
Cuando, por ejemplo, discutes con tu mujer sobre algo, y esa discusión al final acaba convirtiéndose en algo bastante más gordo de lo que parecía al principio, hay varios puntos que debes tomar si quieres tomar el control de todo y minimizar daños en la relación y en la propia persona, o incluso en tí mismo:
-Mientras más intensa se vuelva la discusión y la tensión, más debes bajar el volumen de tu voz. Sé que es difícil, pero también es necesario para desarmar el inconsciente de la otra persona.
Cuando la tensión y los nervios están aflorando entre dos personas, el propio inconsciente espera reacciones de lo que ve, por lo que si le muestras todo lo contrario se verá indefenso y así bajará poco a poco la guardia para calmar la conversación.
Siempre, a más tensión.....menor intensidad en la voz.
Muchas veces, se desvía la atención y la mirada ante el enfado, y eso hace que tu mente trate de buscar de forma inconsciente nuevos enemigos y al no ver a la persona con la que está discutiendo, aumente su malestar y todo vaya a peor en vez de a mejor.
¿Has oido hablar de que a las fieras de la selva no hay que mirarlas nunca a los ojos, ya que su mente les dice que la estás desafiando?
Pues en las personas es al contrario, ya que cuando miras a alguien y estableces una conversación o discutes con ella, mirándola a los ojos, muestra seguridad por tu parte y bloquea el inconsciente de esa persona a que se aproveche de la superioridad.
-Controlar las ansias de replicar y contradecir. Es muy importante el escuchar y entiendo si me dices que es realmente difícil, pero te digo que es muy necesario el mantener en tí mismo la boca cerrada para escuchar la versión de la otra persona.
En un alto porcentaje de las discusiones, casi siempre aumentan debido a la inestabilidad en la comunicación. Todos quieren dar su opinión en el mismo momento, con lo que al chocar uno con otro, sale el instinto de "haber quien la tiene más larga" y por lo tanto nadie quiere callarse para dejar hablar.
Si controlas tus ansias por mostrar tu opinión del asunto, dejarás que la otra persona se exprese, sin tensión, sin agobios y a su libertad, con lo que de forma inconsciente la tensión disminuirá y todo irá mucho más fluido.
Cuando haya terminado, entonces hablas tú, siempre con el mismo tono de voz, y contrarrestando lo que crees que tienes razón.
-¿Cual es el fin de la discusión, sacar algo en claro o tirar por tierra a la otra persona?. Este es uno de los problemas más graves cuando dos personas en una relación discuten de gravedad.
Llega un momento, en el que si no se toma el control, la pelea puede desviarse y convertirse en ataques personales que pueden herir de forma emocional a la otra persona.
Piensa siempre cual es el objetivo de llegar una riña con tu pareja......establecer un acuerdo y que se vea claro cual es la solución.
De nada sirve por tanto que os echéis las cosas en cara, que aparezcan cosas del pasado, reproches, o momentos y ataques que son innecesarios y que no aportan nada bueno a que todo llegue a buen puerto.
Céntrate por tanto en aquello sobre lo que se trata y no te desvíes del tema.
-Hay momentos en los que debes saber cambiar tu actitud, es decir, puede llegar el punto de la disputa en que la otra persona empiece su forma de defensa inconsciente y empieces a ganar autoridad sobre lo que dices.
Tienes que saber controlarte y no enseñorearte cuando ya eres consciente de que tienes la razón y que la otra persona de forma inadvertida te la está dando.
Recuerda siempre que el fin de todo es uno....llegar a un acuerdo y a una solución viable y verdadera, y que todo lo demás, está de sobra.
Ante momentos de debilidad de la otra persona, no la mires hacia abajo como el vencedor hace con el vencido.....recuerda que es tu pareja y no tu enemigo.
Control ante el orgullo.
De todos modos, estos puntos básicos son cuando una discusión ha tomado forma y color, es decir, que ya se ha empezado y tiene un camino y una intensidad, pero siempre y en todo momento debes tener la suficiente inteligencia emocional para saber detener una disputa en cualquier momento que lo desees.
Tu control sobre tus emociones y sobre la de los demás debe ser lo suficientemente fuerte para que seas capaz de vencer tus instintos e impulsos y los que recibes de la otra persona, para saber ignorarlos y detener cualquier cosa que tú no quieras que siga.
Piensa siempre que toda discusión puede detenerse en todo momento, sea el punto que sea, y no por ello tiene que afectar a tu propia autoestima ni tu equilibrio emocional.
Recuerda que las riñas y problemas de entendimiento entre las parejas no son guerras ni batallas en las que tienes que derrotar y vencer a tu adversario, sino simplemente obstáculos que debes saltar de la forma que te cueste el menor esfuerzo y de la forma más inteligente posible......para ello tienes tu inteligencia emocional.
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