Problemas tenemos todos...¿verdad?, pero quizás has notado que ciertas personas parecen inmunes ante ellos; tienen en la inteligencia emocional, la base de todo.
Parece que ya existe en el mundo y en nuestra sociedad un modelo de comportamiento y de vida predefinida que incluso te determina a cómo debe ser tu forma de vida. Es como si todos tuvieramos el mismo "chip" y éste reaccionase de la misma forma ante las cosas que nos ocurren.
Por tanto, y ante esto, no podemos esperar ningún cambio en nuestras vidas, y estarás de acuerdo conmigo de que si haces lo que hacen todos y respondes como lo hacen todos, no podrás ser sino como los demás.
Un problema reporta un patrón de comportamiento a nuestra mente, que nos dice cómo debemos actuar ante él, mostrando y exteriorizando nuestras emociones, y a su vez, dejándonos llevar por éstas.
Imagínate que llevas años en el mismo puesto de trabajo, cobrando una verdadera miseria, aguantando y esperando la promesa que un día te hizo tu jefe de ascender a director.
Después de todo ese tiempo, llega el gran día en que nombran al nuevo director de zona, te llenas de ilusión y confianza por todo lo que has hecho y aguantado, unidas a las palabras de tu jefe: "Tranquilo, que tú estás el primero de la lista para ese ascenso".
Pero para tu sorpresa, el puesto se lo otorgan al recién llegado, que gracias a sus estudios y supuesta capacidad, es más apto que tú que llevas diez años aguantando para nada.
Vas directamente a hablar con tu jefe, deseoso de una explicación y dispuesto a decirle que o te mejora tu puesto de trabajo o lo dejarás para siempre.
Es el patrón normal de reaccionar ante esta situación, es decir, la realidad pone delante tuya un problema y te hace salir tus emociones cuando conoces que no eres capaz de superarlo.
La gran mayoría de las personas ven que el problema no es uno mismo, sino los demás y por tanto experimentan emociones enfocadas contra otros, ya que inconscientemente todo el mundo es culpable menos tú.
¿Ganarás algo soltándole el gran sermón a tu jefe mostrándole tu ira y enfado por lo que ha pasado?
Podrás decirme que no, pero que te sentirás mejor por descargar tus emociones, pero éstas no están en tí para que las descargues y las sueltes así de golpe, sin pensar en lo que pasará.
¿Has llegado a pensar en algún momento que el problema en realidad eres tú?....Si, si, tú, me estás oyendo bien....además tengo que decirte que es algo obvio lo que te ha pasado, porque simplemente tú lo has permitido.
¿Es inteligente aguantar lo que has aguantado tan solo motivado por las palabras que tu jefe te dice? ¿No habría sido mejor hacerle caso a tus propias emociones y hacer lo que deseabas en su momento?
Porque al fín y al cabo has terminado donde mismo empezaste...¿no?...¿has ganado algo esperando?
Podrías decirme: "Si, pero ¿y si me hubieran ascendido a mí?"
Bueno, simplemente no soy de los que les gusta obtener beneficios basados en el azar o la suerte, o lo que la diosa fortuna quiera concederme.
No hay nada mejor en este mundo que conseguir algo con tus propias manos, sin que nadie te lo regale y planeado desde el principioNuestras emociones deben ser estudiadas y ejecutadas de forma inteligente, haciendo buen uso de ellas y no acumulándolas para soltarlas en el peor momento y desprenderte así de todas ellas de golpe.
Un problema en sí, se puede enfocar de muchas formas siempre que lo hagas administrando tus sentimientos y pensamientos de forma correcta y aunque parezca duro, siempre será mucho más útil y más efectivo para tu bienestar a largo plazo.
El desarrollo de nuestra inteligencia emocional es vital para que los problemas y adversidades que tenemos en nuestro día a día, no se aprovechen del entorno y de la situación y nos haga seres controlados por la realidad en vez de controladores de ésta.
Las emociones y sentimientos bien controlados, pueden hacerte superar cualquier adversidad y obstáculo. Te hace sentir que puedes, que controlas y que puedes sobreponerte a todo aquello que quiera interponerse
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