Cómo empezar un nuevo proyecto en tu vida. (1ª parte)

¿Te has planteado alguna vez que tienes que cambiar de vida y no sabes por dónde empezar? ¿Quieres alcanzar un nuevo reto y no te atreves a dar el primer paso?


Normalmente el ser humano utiliza su mente de forma abierta para hacerse ideas y sueños, pero luego la va cerrando poco a poco cuando comprueba que sus pensamientos no son tan fáciles como pensaba.

Me acuerdo que un amigo me decía el día 31 de Diciembre de este año pasado: "Mira la barriga que me está saliendo, a partir de mañana empiezo una dieta y ejercicio físico y no pararé hasta que me la quite"
Bueno, al poco rato me dijo: "Bueno, mañana no, que es festivo. Empezaré el día 2"
Hoy es 28 de Mayo y no solo su barriga sigue igual, sino que ha engordado dos kilos más.

A la hora de empezar algo nuevo en tu vida, un cambio, un nuevo propósito, algo que no está ahora presente en tu día a día, pero que quieres que lo esté....debemos tener claros unos principios muy básicos y aplicarlos con constancia, aunque nos duela.

1º- La claridad de lo que queremos alcanzar.

Tenemos que tener muy clara la meta donde tenemos que llegar, porque de no ser así, no podremos enfocar el esfuerzo y acabaremos perdiendo nuestra motivación en ello.

¿Te imaginas empezar una carrera que no sabes cuantos kilómetros tendrá? ¿Sabrás si ir rápido o despacio? ¿Sabrás administrar tus fuerzas y energías si no sabes cuánto tienes que recorrer?

La claridad y nitidez de lo que se quiere es básico en cumplir nuestros propósitos.
De nada sirven objetivos generalizados y que nunca te darán exactitud de si los has cumplido o no.

No te propongas como reto: "Voy a ser mejor persona"
Proponte mejor: "Voy a cuidar mi vocabulario, que a tanta gente le suele caer mal" o "Voy a dejar de hacer bromas pesadas para no ser tan borde con mis amigos"

Retos y objetivos personalizados y adaptados a tí, a lo que deseas y concretando exactamente lo que quieres lograr. Te será mucho más útil y reconfortante a la hora de que los cumplas, porque tendrás una visión más exacta de si en realidad los has cumplido o no.

Luego queda el concienciarte sinceramente de porqué el conseguir lo que te has propuesto, te beneficiará.
Toda carrera tiene una meta y los corredores quieren alcanzarla para obtener su premio.
Necesitas tener muy claro que lo que pretendes, te mejorará en el aspecto que deseas, ya que esto te será de mucha importancia para vencer futuros problemas de los que ya hablaremos.

2º- ¿Cuando debes empezar y cual es el punto de partida?

Para mí, uno de los apartados más importantes de aquel que quiere empezar un nuevo proyecto en su vida y conseguirlo realmente.

El momento en que decides cambiar algo de tu vida, es un punto vital, un momento en que debes darle valor a aquello que has pensado.
No tomes las cosas como un simple pensamiento y si en realidad necesitas algo y te has propuesto hacerlo, hazlo en ese mismo instante y conciénciate de que la carrera ha empezado y ya no puedes abandonarla o estarás incumpliendo lo que tú mismo has pensado y decidido.

Infinidad de personas que dicen "mañana haré esto..." "a primero de año haré lo otro....", son personas que en realidad retrasan lo que ellos mismos saben que es beneficioso para su vida.
Es el temor a desprenderte de lo malo que tienes (que ahora no lo ves tan malo), para alcanzar algo bueno (que ahora no parece tan bueno y requiere sacrificio).
Dejas las cosas para mañana porque en el fondo temes abandonar tu modelo de vida, porque aunque sabes que tiene defectos, no ves éstos tan perjudiciales.

Por eso es importante el punto anterior de tener fijados con claridad qué quieres conseguir y porqué es beneficioso para tí. Si es necesario grábalo a fuego en tu mente y en tu corazón para que no haya ningún atisbo de dudas a la hora de que tengas que cambiar algo de hoy por un beneficio de mañana.

3º- Autodisciplina y constancia.

La autodisciplina es la aplicación de una norma en contra de tu estado, pensamientos y situación.
Si te has propuesto hacer una hora de ejercicio todos los días, puede que llegue el décimo día y no tengas ganas de hacer nada. Aquí entra tu disciplina que te reprenderá para que hagas algo en contra a tu estado de ánimo o pensamientos.

Se trata de una forma de seguir órdenes que tú mismo te has puesto con anterioridad.

La forma más efectiva de conseguir algo, es cuando lo tienes que hacer por obligación.

Que no quieras, no quiere decir que no debas hacerlo. Para eso hemos hablado en el primer paso de tener claridad en lo que se quiere.

Te propones bajar de peso y tienes totalmente claro que será beneficioso para tí, te traerá bienestar y te hará sentir mucho mejor física y mentalmente.
Por tanto, ahora queda disciplinarse y castigarse como si tuviéramos que obedecer órdenes de nosotros mismos de que lo propuesto hay que cumplirlo. No hay excepción, y no porque seas tu propio jefe, tienes derecho a saltarte las reglas.

El enfocar las cosas como medio de compromiso y obligación te ayuda a que la constancia esté siempre presente en tus acciones y proyectos tanto a corto como a largo plazo.

Y como última aclaración, si te tienes que castigar a tí mismo, hazlo, de forma que comprendas el porqué no debes abandonar tus reglas tan a la ligera.
Casi todos nos hemos hecho alguna vez ideas y propuestas a nosotros mismos que luego han quedado en el saco del olvido, por muchos motivos de los que no hablaremos aquí ahora, pero no hay nada más deprimente que un hombre que no puede cumplir lo que él mismo se ha prometido.


(Lee aquí, la segunda parte).


Autor: Ying Yang

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