¿Funciona realmente la ley de atracción?

Según la ley de atracción, una persona atrae a su vida aquello que piensa. El rodear tu mente, tu entorno, tu interior, de energía positiva, te devolverá dicha positividad por parte del mundo que te rodea. Pero...¿es esto realmente efectivo?.

Muchos, cuando escuchan esto, creen que por muchas veces que se repitan una frase en su mente, harán que esto se revele en su vida real.
Por muchas veces que te digas a tí mismo que necesitas dinero, no conseguirás realmente atraerlo a tí, porque las cosas no funcionan así.

La funcionalidad de la ley de atracción va mucho más allá de su definición o lo que todos creen, ya que lo que tu pienses puede ser que en realidad no lo sientas.
Puedes decirte a tí mismo que amas a una mujer, pero por mucho que te lo digas mentalmente, si en realidad no sientes amor por ella, no sucederá nada de nada...¿me entiendes, verdad?

El ser humano actúa como una especie de centro del universo, y de hecho es el centro (o debería ser) de su propia vida, haciendo que tenga realidades, emociones y sentimientos distintos a los demás.
Cada persona es un mundo distinto, y a su vez es el centro de su propio universo, con lo que su visión de la realidad no tiene que ser la misma que el que tienes al lado tuya.  Tus actos están basados en tus pensamientos y estos a su vez en tus deseos y estos a su vez en tus sentimientos y emociones, con lo que tú mismo, desarrollas una serie de parámetros que interactúan con tu alrededor. Por tanto, aquello que está en equilibrio y sintonía con tu "universo" y con tu vida, preferirá quedarse a tu lado antes que irse  a otro sitio en que no esté tan cómodo...por así decirlo.

Por ejemplo, si tu modelo de vida está basado en mentiras, es decir, eres capaz de engañar fácilmente, el mentir no es un problema para tí, no hay sentimientos de culpa al engañar a otros u obtienes tus objetivos a base de falsedades, llegará el momento en que tu entorno, tu vida y tu universo en sí, tan solo estará rodeado de lo mismo que tú has creado.
Por lo tanto, las mentiras acudirán a tí y se sentirán atraidas al tú pertenecer a un mundo cómodo para ellas. Los engaños serán herramientas indispensables para tí, y sus consecuencias serán inevitables ya que es tu forma de vivir y de permanecer en este mundo.
Si empiezas a decirte a tí mismo que deseas algo distinto, no servirá de nada y probablemente serás de los que dicen que la ley de atracción no sirve para nada, pero la realidad es que no puedes pretender atraer la sinceridad y la verdad a tu vida (aunque te lo mentalices un millón de veces), si en realidad no cambias de mundo y de forma de actuar.

En realidad no atraes a tí aquello que sientes, sino más bien, entras en equilibrio con cosas que son de la misma naturaleza que lo eres tú.
Una persona que rebosa optimismo y felicidad, inconscientemente se alejará de pesimistas y desalentadores, mientras que congeniará con aquellos que sienten lo mismo y su misma forma de pensar, que a su vez, al unirse en un mismo objetivo, su poder se multiplicará haciendo una especie de bola de nieve que hace que todo se vaya multiplicando.
Pero no es porque la persona esté mentalizada de que tiene que pensar en felicidad y en optimismo, sino que no solo lo piensa, sino también lo plasma en su realidad y en su mundo.

Piensa lo que realmente deseas, plásmalo o trata de representarlo en la realidad y mantente en el camino. Todo lo demás se añade solo.

A la pregunta de este post, pues tan solo decir que la ley de atracción funciona para aquellos que saben entenderla y que tienen un equilibrio y sinceridad entre sus pensamientos y sus actos. Las palabras en sí, son solo palabras, pero las palabras unidas a los hechos, y éstos dirigiendo una vida, ya es otro asunto distinto.

No pretendas atraer a tí cosas que no concuerdan con tu verdadera realidad, porque estarás tratando de introducir en tí cosas que no van contigo, y tu modelo de vida es la única prueba de ello.


Autor: Ying Yang

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