¿Por qué es tan difícil no mentirle a tu pareja?

Las mentiras, aunque te pesen, siempre suelen estar presentes en las vidas de cualquier persona, y aunque sean uno de los principales focos de problemas y adversidades, siguen teniendo poder....el poder que tú mismo le das.

Ya hemos hablado en multitud de ocasiones, que en una relación de pareja, la sinceridad es una base importantísima y cobra un papel fundamental en que dicha relación tenga éxito y sea de por vida o por el contrario, vaya entrando en el trance terminal de perder poco a poco los latidos de su corazón. (Compruébalo en este post y verás para qué sirven las mentiras en las parejas)



Quiero que te imagines ahora mismo el ejemplo de tu propia pareja (espero que la tengas), y que te imagines cómo sería tu vida si mañana mismo decides ser totalmente sincero con ella en todos y cada uno de los aspectos de vuestra vida, tanto personal como de relación.
Es decir, una sinceridad total y basada en tu verdad y en aquello que piensas, porque entenderás también que aquel que no dice la verdad, también está mintiendo de alguna forma.

Si algo no te gusta de ella, no ocultárselo y decírselo a la cara, tal y como lo piensas y poniendo la verdad como tu escudo y fundamento.....¡Se trata de no mentir...¿no es así?!

El problema en sí, radica en que todos quieren la verdad en las cosas, en tu vida personal, en tu relación, en tu sociedad, con tus amigos, en tu trabajo, en todos los aspectos que te rodean.....pero ¿tienes la capacidad de aceptar una vida así?

No quiero que en ningún momento malinterpretes lo que trato de explicarte, porque de hecho, un requisito fundamental para tu desarrollo personal, es la verdad y la sinceridad, tanto contigo mismo, como con los demás.

En una relación sentimental es un pilar base y representa una solidez que pocas parejas tienen el placer de tener presentes en su relación.

Pero, dos personas que se dicen en todo momento la verdad, tienen que estar lo suficientemente preparadas para enfocar dicha verdad y usarla para su mejora y la mejora de su relación y vida conjunta.....y ya eso sí que no todos están preparados.

Imagínate que tu mujer te hace un regalo por tu cumpleaños. Lo abres con emoción y descubres que no te gusta o que no es lo que esperabas.
Tienes varias opciones:

-Decirle: "Cariño...no me gusta" o "cariño...no es lo que esperaba de tí".-------Responde a lo que sientes
-Decirle: "Me ha encantado. Muchas gracias por el detalle"-------No eres sincero al 100%.

Seamos realistas. La primera opción tiene muchas probabilidades de traer conflictos y falta de entendimientos en la pareja, mientras que la segunda, hace que la relación fluya y siga adelante, aunque sumergida en una falta o ausencia de la verdad absoluta.

Bueno, seguro que habrás pensado que la segunda opción no se consideraría mentir. Ya es como tú quieras entenderlo. La verdad es solo una....las opciones de interpretarla son muchas, y de ahí que algunos triunfen y otros no.

Si la primera opción reinara en la relación como base principal de ella desde que se forjó en los principios del noviazgo y primeras citas, probablemente y con el tiempo, reforzaría mucho el que ambos miembros se conozcan mejor y se entiendan de una forma mucho más natural, sin necesidad de maquillar aquello que cada uno piensa.

Si no es así, (que es lo normal), la pareja tiene sus momentos en los que tiene limitaciones en aquello que desea expresar y dar a conocer, por miedo de la reacción de la otra persona.
Es una base fundamentada en hacer estrategias sentimentales para que todo vaya "viento en popa y a toda vela", aún prescindiendo de la realidad de lo que cada uno siente y piensa.

¿Podría funcionar? Pues sí, pero con una mecánica distinta y basada en conceptos distintos, al igual que con unos pilares no tan resistentes a la dura realidad como podría ser la que está basada en la pura verdad.

Es realmente difícil mantener un grado de sinceridad absoluta y permanente en todos los sentidos de lo que se refiere a una relación de pareja, por el mero hecho de que se pierde el enfoque de qué es lo que estamos construyendo, y el problema es que se pierde desde el principio de la relación y se mantiene hasta el final.
¿Estás construyendo un castillo sólido aunque muy lento y pesado? ¿O una cabaña de paja pintada y maquillada de tal forma que parecen pilares de acero?
Lo primero trae dolor y sufrimiento desde el principio, pero dura para siempre. Lo segundo es liviano y fácil de conseguir a la vez que impactante a la vista, pero tarde o temprano caerá con la más ligera brisa.

Es muy importante aprender a basar una relación de pareja en la verdad, haciendo que poco a poco ambos se acostumbren y adapten a lo que son y a lo que piensan y no a lo que les gustaría que fueran.

Acostumbra a tu pareja a aquello que deseas y quieres en tu vida y que ella haga lo mismo en tí. No utilices la falta de sinceridad para conseguir algo hoy, que luego mañana no te servirá.

La felicidad no viene del maquillaje que le pongas a algo, sino de cómo eres capaz de tomarte aquello que te llega.

Autor: Ying Yang

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