Me han preguntado muchas parejas, que todavía no saben cómo utilizar su inteligencia emocional cuando tienen discusiones entre ellos, si realmente es efectivo el arte de controlar las emociones en situaciones de tensión y enfado.
Parece que todavía no queremos aceptar el poder que ejercen algunas situaciones en nuestra mente.
Excitación corporal, que altera nuestra inteligencia y capacidad de procesar lo que pensamos
Nuestro cuerpo se excita ante las discusiones y altera nuestro equilibrio.
Las pulsaciones se aceleran, la sangre corre más rápidamente por nuestras venas y hace que nos tengamos que adaptar a una velocidad, a la que no estamos acostumbrados.
Nuestra mente se ve obligada a procesar información de una forma mucho más rápida de la que suele estar acostumbrada, con lo que se inducen a errores, malinterpretaciones o pérdidas de información.
En otras palabras, las personas son más inteligentes cuando no están alteradas.
Si el ser humano de hoy, no es ningún "lumbreras" cuando está en estado pasivo, imagínate cuando está en plena discusión.
Mientras más alterada está una persona, más crece su estupidez más se deteriora su capacidad de responder de forma inteligente.
Se pierde la capacidad para almacenar la información que recibimos
Concretando.....que perdemos parte de nuestra memoria, cuando nuestro cuerpo está demasiado acelerado a cuenta de una discusión.
Con ello, y sumado a lo anterior, se llega a la conclusión, que el estado alterado que provoca una discusión de pareja, disminuye su capacidad mental, hasta el punto de que se pasa por alto demasiada información, que puede ser muy valiosa para ambos.
El físico, poco a poco, se va apoderando de la mente, a medida que la discusión va entrando en calor.
Con todo esto, resulta casi imposible, salir victorioso ante este tipo de contiendas.
Se pierde la capacidad de "ir al grano"
La discusión, hace perder la capacidad de concretar un asunto, haciendo que se adueñen de la conversación, la generalización y el sentido global de las cosas.
Empieza a generalizarse todo, aspectos que requieren puntualización y detenimiento, se toman a la ligera y se mezclan con cosas comunes y simples.
Los detalles, simplemente pasan desapercibidos y no son relevantes para ninguna de las partes.
Puede que se empiece una discusión por un tema concreto, como puede ser la comida, y acabe haciendo alusión a términos generales y más delicados como puede ser el sexo o los celos.
Se activa el "modo de combate"
Las conversaciones deben tomarse como intercambio de información entre ambas partes.
Las discusiones, transforman este intercambio, en un combate en el cual, lo principal (la información que cada uno aporta), empieza a pasar desapercibida.
El objetivo empieza a ser el hacer daño al otro, y la discusión empieza a tomar un tono dañino y ofensivo.
Aparecen los insultos, los ataques, los momentos en los que se pierde el rumbo, para tomar en el punto de mira a la persona que tenemos delante.....nuestra pareja.
La inteligencia emocional es necesaria y vital para saber actuar ante las discusiones de pareja, porque depende de ella, el que tu relación empiece a acumular negatividad y cargas innecesarias.
Las discusiones provocan un efecto físico en tí, que a su vez, generan una respuesta exterior, que no es la misma para todos.
Dependiendo de cómo administres dichas respuestas y reacciones, dependerá tu éxito para solventar este altercado.
Aprende a nutrir y desarrollar tu inteligencia emocional, y conseguirás muchos beneficios, haciendo que tu relación de pareja, sea distinta a la de los demás.
Pero bueno, la gente de hoy, prefiere ser como los demás, hacer lo que hacen los demás y no dañar nunca su orgullo ante una discusión......Allá tú si te quieres sentirte orgulloso de pertenecer al selecto grupo del 75% de parejas que acaban separándose por la estupidez de no saber controlar sus emociones en una discusión.
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