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17 de enero de 2015

Cinco conceptos para ser feliz contigo mismo

La gente busca mucho sobre cómo ser feliz y suele hacerlo en muchos ámbitos de sus vidas.

Sin embargo, a día de hoy todavía la gran mayoría de las personas no tienen un enfoque correcto de lo que supone la felicidad y dónde hay que buscarla.


La felicidad es uno de esos conceptos que se suele tener como meta a alcanzar, cuando en realidad es algo que anida en nuestro interior y es tan fácil encontrarla como saber en qué parte de nosotros se encuentra.
Ser feliz no es algo a lo que llegar, sino cambios que se aplican en tu vida que te hacen que ésta sea distinta

Lo que hacen los demás no significa que sea lo correcto 


Casi algo primordial a saber.

Tenemos todavía unas costumbres y una educación primitiva sobre lo que supone lo mejor para nosotros mismos, porque así nos han educado nuestros padres.

¿Estás educando a tus hijos para que sean como tú, para que sean como los demás?

Que si hay que tener estudios para alcanzar un buen trabajo, tener dinero, comprarte una casa, tener pareja, casarte, tener hijos y ¡¡milagro!!.....ya se supone que eres feliz.

Nada más lejos de la realidad.

Ser feliz no depende de lo que el mundo y tu entorno te aporte, sino de cómo lo enfocas al aplicarlo a tu vida.

Simple.

De nada sirve que estudies mucho para que luego consigas el trabajo que no te gusta.

De nada sirve que ganes dinero con un trabajo en el que estás incómodo si luego tienes cargas que pueden contigo en exceso (hipoteca, préstamos, deudas, etc...).

De nada sirve lo que el mundo te de, si no es lo que tú quieres.

Por tanto, la felicidad sólo depende de cómo entran en tu vida las cosas que te llegan a tí.

Mentalizarse de que no por tener mucho, vivirás mejor.

Que no porque tengas pocos amigos, llevarás una vida marginada o distinta.

Que no porque no tengas lo que tienen los demás, te sentirás igual que ellos.



Ser sincero contigo mismo y reconocer cómo eres


Mentirle a los demás, aunque no está bien, no es nada comparado con lo que supone mentirse a uno mismo.

De hecho, cuando más claro y sincero seas contigo mismo, mejor sabrás qué tienes que hacer y cuáles son tus perspectivas de vida.

He hablado con mucha gente que trata de encontrar su felicidad y equilibrio, y ni tan siquiera se conocen a sí mismas.

Quieren ser como los demás, como su prototipo de persona perfecta sin aceptar cómo son realmente y a qué pueden aspirar.

No temas decirte la verdad, ni pensar las cosas como son.

No tengas miedo de lo que tu mente puede opinar sobre tí.

Porque partiendo sobre eso, obtendrás el punto de inicio sobre el que deberás empezar a crecer.

No avances sobre mentiras y engaños, porque es mucho mejor aceptar que tu vida se sostiene sobre un montón de caca, que engañarte con cosas que luego no se podrán sostener ante lo que te depara el futuro.

Valorar y luchar por tus principios y objetivos


Si te gusta algo, simplemente ve y hazlo.

¿Que a los demás no les gusta? Pues peor para ellos.

¿Que la gente piensa que estás loco? Pues allá ellos con sus pensamientos. En cierto modo, no te van a ayudar en nada.

¿Que tus pensamientos son distintos a los demás? No pasa nada, para eso nacimos tan diferentes los unos de los otros y para eso se separó el concepto del éxito y del fracaso, de la felicidad y de la amargura.

Cuando uno va en contra de lo que cree y lo que piensa, se convierte en una marioneta de la sociedad y vive una vida atada a lo que le den y no a lo que es capaz de conseguir.

Por tanto, sus sueños están muy limitados y su felicidad también.

¿Y si me equivoco? Bueno, todos nos equivocamos alguna vez y no pasa absolutamente nada, pero.....¿y si no te equivocas?


Saber actuar ante los problemas que te llegan


Ya este punto es más delicado.

Porque por mucha ilusión que tengas en tu vida, ésta suele decaer cuando empiezan a aparecer los obstáculos y los problemas.

Saber actuar y comportarse ante éstos, es decisivo para poder mantener tu camino.
La vida no se basa en aprovechar los momentos felices que ésta te da, sino hacer de éstos, tu propio estilo de vida.
Es muchísimo más fácil mantener un estado de crisis, que mantener un estado de felicidad.

¿Por qué, si la felicidad es mejor? Porque cuando los problemas llegan a tí, llega un momento en que se juntan "el no poder" con "el no querer", y hacen que el objetivo que al principio tenías tan claro y nítido, se vuelva borroso e inalcanzable.

Aprende a reducir tu propio entorno, es decir, ir poco a poco reduciendo y minimizando lo que te rodea, hasta llegar al centro, que eres tú.

Una vez que llegas a tí, no hay nada que pueda dañarte y alterarte si tú no lo permites.

Una vez llegues a tu interior y hayas conseguido que lo que te rodea no te afecte, vuelve a salir con unas ideas distintas y fortalecidas.

Son muchas las personas que desperdician muchos años de sus vidas en tratar de salir del foso en el que se encuentran y llega un momento en que no son felices ni consigo mismas.

Te recomiendo el libro "Cómo superar las crisis personales", que sin duda te plantea un procedimiento efectivo y práctico para que cualquiera pueda superar cualquier obstáculo que se encuentre, por muy grande que éste sea.

Saber enfocar aquello que te ocurre, es un complemento obligatorio en alguien que quiera ser feliz consigo mismo.


Inteligencia emocional



Bueno, la última pero la más importante de las características.

La vida de una persona no consta de actos buenos o malos, de éxito o de fracasos, sino de pensamientos y emociones.

Es tan sencillo como escuchar que alguien te diga que eres un fracasado.

De forma inconsciente empieza una cadena de pensamientos cuya labor es analizarte a tí mismo para saber si lo que has oído, es cierto o no.

¿Acaso tienen tanto poder las palabras de los demás? Pues realmente no, lo que sí que tiene mucho poder es aquello con lo que enfocas dichas palabras y cómo las administras en tu interior.

No importa en la situación en la que estés, ni lo que te haya sucedido.

No importa si estás arriba o en lo más bajo del pozo.

Tienes la obligación de manejar tus estados de ánimo, de administrar lo que la vida te da y de dártelo a tí mismo de una forma lógica e inteligente, para que lo negativo te afecte lo menos posible y lo positivo lo máximo posible.

Alguien que controla sus emociones tiene el poder de controlar su vida y por tanto, también su felicidad.

Si, pero es que he perdido mi trabajo, mi mujer me ha dejado, estoy arruinado y no tengo nada ahora mismo. Mi vida es una mierda.

Vale, ya has sido sincero contigo mismo y ahora es tiempo de que enfoques lo que has hecho y que veas de lo que eres capaz.

Ahora vas a ir por el camino que tú quieras y no por el que te han marcado.

Ahora vas a hacer lo que deseas, porque de todos modos, ya no tienes nada que perder.

Hoy vas a diseñar tu nuevo estilo de vida, porque ¿qué mejor momento que ahora mismo?

No estás tan mal como crees, tienes una nueva oportunidad, tienes la experiencia de tu pasado y tienes tiempo por delante para empezar de nuevo.


Cuando aplicas estos conceptos tan básicos a tu vida, es fácil quererse más, amarse más y apreciarnos mucho más.

¿Por qué vives para los demás y no para tí? ¿Por qué el mundo que te rodea es más importante que tú mismo? ¿Vas a recibir algún premio por ello cuando seas mayor?

Déjame un comentario de qué es lo que te impide ser feliz contigo mismo (o contacta conmigo aquí), y lo reduciré a cero.

¿No me crees, te reto?

Si no lo consigues es porque realmente no te importa la felicidad y no quieres tenerla en tu vida, no porque no puedes, sino porque no quieres.




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