El ser humano, nace con ciertos parámetros genéticos, que inclinan sus actividades hacia un punto u otro.
¿Es la felicidad o la capacidad para ser feliz parte de esta genética natural?
Los niños pequeños, aprenden por imitación, es decir, aquello que ven es lo que suelen copiar y adoptar como comportamiento.
Conforme van pasando los años, el comportamiento genera hábitos que pueden aportar mayor o menor éxito en la vida de ese niño.
Una especie de inercia que se copia generalmente de los padres y que después resulta muy difícil abandonar, pero no imposible.
De todos modos tengo una mala noticia que darte.
El 95% de todo lo que puedes aprender en tu vida, lo aprendes antes de los 15 años.
¡¡Sí, sí!!...no te sorprendas. Si tienes más de esa edad, con casi total seguridad que no podrás aprender nada, porque tu diseño mental ya está hecho.
Sin embargo, ahora viene la buena noticia.
Aunque no puedas aprender nada nuevo, la felicidad no se aprende, sino que se crea cambiando de enfoque.
No te pido que aprendas una nueva fórmula que te de la felicidad, sino que cambies lo que ahora mismo sabes, para que lo moldees y te produzca mayor éxito y satisfacción.
Entonces, ¿cómo puedo aprender a ser feliz?
El problema no es lo que te rodea, el problema eres tú.
Tu entorno y tu sociedad pueden influir demasiado en tus hábitos, pero no tienen porqué condicionarlos.
Que alguien te insulte no es el problema. El problema es cómo te tomas ese insulto.
Por tanto, puedes conseguir una vida mucho más feliz, si consigues ver las diferentes caras de una misma situación, por difícil y complicada que parezca.
Hay muchas personas que todavía dicen: "Es que yo tengo un carácter que no puedo controlar. Yo soy así".
Haber, tú eres así porque te da la gana ser como eres.
Si quisieras ser distinto, te aseguro que lo conseguirías.
Nadie nace con un carácter determinado.
Todo se basa en cómo influye el entorno en nosotros y cómo estamos acostumbrados a reaccionar ante él.
Pero esta reacción sí que podemos cambiarla, controlarla y gestionarla de forma que podamos aprovecharnos de ella para nuestro propio beneficio.
Tu forma de ser se estableció cuando eras joven y se ha ido moldeando hasta ser lo que ahora mismo eres.
¿Puedes cambiarla? Por supuesto que sí.
Hay bebés que ya sonríen en el útero materno, respondiendo ante sensaciones en su interior.
Se dice que mientras más sonría un bebé, mayores son sus probabilidades de tener una mente desarrollada y de ser una persona mucho más efectiva en su vida.
¿Entonces, se lleva en la genética lo de ser feliz?
A pesar de lo que tu genética te diga, tú puedes controlar ciertos aspectos de tu vida, y en especial la capacidad para ser feliz.
Tu entorno depende en gran manera de cómo desarrollarás tus hábitos, costumbres y pensamientos.
Por eso es tan importante educar bien a los hijos y fortalecerles su desarrollo personal y emocional.
Un niño no puede aprender a ser feliz, sino que simplemente se siente feliz ante diversas situaciones que su entorno le proporciona.
La mente se guía por las emociones que le llegan a ella. Así que si le das emociones positivas, se sentirá mejor que si le das sensaciones negativas.
De hecho, el cerebro humano no distingue entre realidad o ficción, por lo que si piensas cosas que te hacen sentir bien, tu cuerpo se sentirá bien.
Esto hace que se desarrolle con unas aptitudes muy potentes para que luego le sea mucho más fácil afrontar las mismas situaciones, con otro enfoque más positivo.
La mayoría de la gente ni tan siquiera se plantea hoy en día estas cosas.
Tú le dices a alguien que eres feliz con lo que tienes, y te dirá que eres un poquito raro.
Las personas apenas tienen tiempo de hablar de estas cosas. Están inmersas en su mundo de rapidez e inercia que la sociedad les incita a seguir.
Luego, cuando vienen los problemas y la edad avanza, empiezan las dificultades y las quejas.
Y es entonces cuando uno descubre todo lo que ha desaprovechado de su vida y cómo podía haberla enfocado de forma distinta para sacarle el mayor partido posible.
No necesitas aprender ninguna fórmula mágica que te diga cómo puedes tener felicidad en tu vida. Tan sólo necesitas saber enfocar las cosas desde distintos puntos de vista.
Aprende a engañar a tu mente con pensamientos positivos y ésta acabará creyéndoselos y plasmándolos en tu vida real.
No todo es como piensas y aunque te parezca difícil de creer, cada cosa que ocurre puede ser interpretada de muchas formas y esa capacidad es la que hace falta para que la vida de mierda que puedas estar llevando, se transforme en una vida de éxito y felicidad.
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