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8 de marzo de 2016

Cómo usar mi cuerpo como herramienta para cambiar mi estado de ánimo

Si te paras por un momento a pensar qué tipo de emociones y estado de ánimo experimentas en tu día a día durante una semana entera, descubrirás lo siguiente:


  1.  Estrés: Casi el 41%
  2.  Enojo y mal humor: Casi el 23%
  3.  Inseguridad: 14%
  4.  Aburrimiento: 16%
  5.  Emociones positivas: Menos del 6%
¿Por qué limitamos las emociones positivas a tan poco porcentaje en nuestro día a día?

Si te fijas bien, las demás emociones como el Estrés o el Aburrimiento, están presentes en tu vida casi de forma crónica y sin que apenas te des cuenta de que las tienes presente.

Vuelvo a realizarte una pregunta que considero fundamental: ¿Por qué te conformas y te limitas a que emociones tan perjudiciales ocupen tanto en tu vida?

¿Sabes una forma eficaz para ayudarte a adquirir una actitud positiva?


Cómo usar tu cuerpo para cambiar tu estado emocional


Te invito a que te percates ahora mismo sobre cómo estás sentado delante de tu ordenador.

La postura que tomas, es la que te hará sentirte mejor o peor.

Las personas que caminan con la cabeza para abajo y los hombros encogidos, suelen sentirse de la misma forma en la que caminan.

Si caminas como alguien cansado, sin duda te sentirás cansado.

Pues en nuestro día a día pasa lo mismo con todas esas emociones de las que hemos hablado antes.

Mira qué sencillo; cuando una persona se siente estresada es porque ha desarrollado una actividad que sobrepasa sus capacidades y la hace ir a más revoluciones de las que normalmente aguanta.

¿Sabes entonces cómo eliminar el estrés? ¿Pisando el freno y relajándote? Pues no del todo

Es muy importante que aprendas a usar tu cuerpo como herramienta para cambiar tu estado de ánimo.

Por ejemplo: ¿Sabes cómo puedes eliminar el estrés de forma casi inmediata? Ponte en ese preciso momento a saltar o a correr.

¿Y qué conseguiré con eso? Pues que el ejercicio físico y el movimiento acelerado haga que supere al estrés base que ya tiene tu cuerpo, por tanto lo sobrepase y quede neutralizado.

Tan sólo es necesario que sepas unir tu estado de ánimo a un patrón de tu actividad física diaria.

Pero la gran clave de todo es que tú mismo consigas hacerte sentir bien, cuando ni tú mismo quieres sentirte bien.

No importa lo que quieras o no, porque hay patrones que harán de forma inevitable que tu estado de ánimo cambie.

De igual forma que una vez explicamos en un post cómo crear tu propia realidad de las cosas, ahora quiero que veas lo que se puede conseguir sin necesidad de mentalizarte de ello.

Cambios inmediatos en tu mente, tan sólo usando tu cuerpo.


Lo que te sucederá si no te mueves


El movimiento es lo que hará que tu estado emocional de ánimo cambie.

Pero sin embargo, lo hacemos todo al contrario.

El depresivo se mete en su cuarto a pensar y a estar quieto y solo, cuando precisamente debería hacer lo contrario.

¿Sabes que es imposible estar triste si te pones a saltar?

¿Sabes lo que supone en tu día el que te pases cinco minutos de éste riendo?

No importa si tienes una sonrisa forzada, porque aunque no tengas ganas de reir, el mero hecho de sonreir de oreja a oreja, hace que tu mente abra el vínculo necesario para que poco a poco se adapte a relacionar esa sonrisa (forzada) por un sentimiento de felicidad.

Si manipulas tu cuerpo en este aspecto, tarde o temprano manipularás también tu mente.

Por eso, el movimiento en tu día a día, es increíblemente necesario.

¿Sabes porqué una persona envejece?

Porque se limita su estado físico y sus movimientos.

Y eso conduce a la muerte.

Cuando baja tu actividad física, baja tu estado de ánimo y eso te lleva a una reacción en cadena que te hace envejecer.


La terapia de hoy


Pues quiero hacerte llegar una terapia realmente eficaz.

Prueba a sonreir durante dos minutos, varias veces al día.

¿No tienes ganas de sonreir?

No importa.

Tus ganas cambiarán en cuanto lo hagas varias veces seguidas.

¿Te ves estúpido sonriendo como un payaso sin tener ganas de reir?

No importa, porque eso cambiará y al final acabarás sintiéndote bien.

No importa lo que sientas, porque eso se va a modificar si modificas tu cuerpo.

¿Te imaginas lo que puedes conseguir si lo aplicas a todos los aspectos de tus emociones negativas?

Tan sólo tienes que descubrir qué acto físico se relaciona con el canal que hace que tu mente libere esa emoción.

Es imposible estar triste si corres o saltas.

Es imposible estar aburrido si cantas.

Es imposible no sentirte mejor si te pones a bailar.

Es imposible agobiarte si te respiras por la nariz profunda y lentamente y sueltas el aire por la boca.

Es imposible sentirte mal si tu cuerpo está en constante movimiento.

Cambia tu actividad física, tus actos diarios y cambiarás tu estado de ánimo. 

Es fácil y te invito a probarlo. 

Si no te funciona, vienes aquí y me lo dices (que seguramente habrás hecho algo mal) :)


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