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6 de marzo de 2017

Eliminando tus dolores con Inteligencia Emocional (si, si, incluso físicos)



Es normal que cuando hablamos sobre Inteligencia Emocional, todavía haya personas que piensen que esta capacidad se limita exclusivamente a temas abstractos y poco realistas.

Pues aquí vamos a intentar romper ese tipo de creencias mediocres y ver que tus emociones son las causantes de cualquier cosa que te suceda en tu vida, ya sea a nivel mental como física o material.



Separar la mente de la realidad siempre ha sido un gran error que el hombre ha cometido a lo largo de su historia.

Parece como si ambas cosas estuvieran en mundos diferentes y no pudieran interactuar la una con la otra.

Pero ahora veremos que no es así.


El circuito del dolor


¿Has oído hablar de esto?

Pues es simple. Imagina que te duele la espalda.

Llevas todo el día en tu oficina y cuando llegas a casa tienes un dolor de espalda increíble, que te obliga a descansar un poco tirado en el sofá.

Ese dolor, puede haber sido causado por muchas situaciones: sobreesfuerzo, tensión, golpe, mala postura, etc...

Hay algo que está claro, y es que cuando fuerzas tu cuerpo puedes llegar a sentir dolor en él.

Distintas partes de tu cuerpo son maltratadas y se envía un mensaje al cerebro, el cuál procesa la información y hace que esas partes sientan dolor para avisarte así de que no debes seguir forzándolas.

Ahora bien, ese mensaje que emite el cerebro, lo hace en forma de circuito neuronal activando los neuroquímicos necesarios para que el dolor se produzca.

Es una especie de circuito que queda reflejado en la mente mientras el dolor está activo.

Sería algo así como el programa mental que hace que el dolor aparezca, y no desaparece hasta que ese dolor deja de existir.

Pero claro, como te duele tanto, no tienes más remedio que enfocar tu mente en ese dolor, con lo que ese circuito neuronal que lo provoca está al rojo vivo.

Entonces te das cuenta de que echan esa peli que tanto te gusta en la televisión.

Te pones cómodo, y decides verla.

En el momento en el que te enfocas en la película, el circuito neuronal que provocaba el dolor y que estaba al rojo vivo, empieza a enfriarse.

Por lo tanto, sin que te des cuenta, dejas de percibir ese dolor en forma física.

Pero claro, ¿qué sucede entonces?

Que ahí entra el escepticismo del ser humano y que lo jode todo.

Cuando empiezas a sentirte mejor, empiezas también a cuestionarte el porqué te sientes mejor si no te has tomado ningún medicamento.

¿Y sabes qué provoca eso?

Que vuelvas a enfocarte en el dolor, lo que activa nuevamente el circuito que ya estaba frio, con lo que el dolor vuelve a aparecer.

Entonces te quedas más tranquilo sabiendo que todavía te sigue doliendo la espalda y sigues viendo la peli.

¿Qué te quiero decir con todo esto?

Que cuando cambias de foco, cambias tu realidad.




¿Qué ha sucedido exactamente?


Pues que acabas de experimentar cómo tu realidad cambia cuando cambias de foco y de atención.

Y si...todo esto forma parte de nuestra Inteligencia Emocional.

Porque esto que acaba de suceder de forma casi inconsciente, puedes provocarse de forma totalmente consciente.

Es decir, puedes enfriar cualquier circuito neuronal que te esté provocando malestar, para activar otros distintos.

¿Y qué consigues con todo esto?

Que al centrarte en aquellos circuitos que te provocan emociones positivas y bienestar, estás eliminando poco a poco tu atención en aquellos que te provocaban emociones negativas o malestar.

Muchas personas todavía son muy escépticas cuando les dices que el dolor se puede controlar, y todo esto es así porque siguen pensando que ese control se basa en el aguante, la fuerza de voluntad o cosas parecidas.

Cambiar de foco significa cambiar tu atención plena.

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Y con esto también necesitas no cuestionarte ese cambio ni las mejorías que experimentas al realizarlo.

Muchas veces lo echamos todo a perder por el simple hecho de querer darle explicación a algo.

¿Acaso no te sientes mejor? ¿Para qué necesitas saber el porqué?

Muchas personas no saben todavía cómo conseguir que esto suceda de forma consciente y voluntaria, sino que se limitan a hacer algún tipo de acción que haga que su mente se mantenga ocupada con otra cosa y por consiguiente consiguen cambiar de foco a la fuerza.

Pero como te he dicho antes, también puedes conseguir el mismo resultado sentado en tu casa, cerrando los ojos y concentrándote en crear una situación mental que genere una emoción positiva que sobresalga por encima y enfríe ese circuito neuronal que te causa el dolor.


Cuando cambias de foco, cambias de realidad


Tu realidad está formada por aquello en lo que te concentras y te enfocas.

Un ejercicio que podrías hacer ahora mismo para demostrarte esto a ti mismo.

Deja de hacer lo que estés haciendo y trata de esforzarte en escuchar el ruido del frigorífico desde donde estás.

¿Lo oyes?

Bueno, a lo mejor este ejemplo no te sirve por el motivo que sea.

Uno más fácil...trata de esforzarte en sentir los latidos de tu corazón.

¿Lo has conseguido ya?

Perfecto, pues para que hayas realizado esa acción, han tenido que pasar infinidad de cosas en tu mente y en tu cuerpo sin que apenas te des cuenta.

Has tenido que enfriar rápidamente todos los circuitos neuronales que te hacían sentir como siempre para activar circuitos nuevos que se enfoquen en un objetivo: sentir tu corazón.

Por tanto, has saltado de la realidad en la que te encontrabas para pasar a experimentar una realidad que tú mismo has creado.

Has dejado de prestarle atención a aquello que estabas haciendo para enfocarte en lo que te he pedido.

¿Y sabes lo mejor de todo?

Que tu cuerpo te ha ayudado a conseguirlo.

¿Sabes que puedes hacer esto mismo con cualquier concepto de tu vida?

¿Sabes que puedes abandonar cualquier estado en el que te encuentres ahora mismo para adquirir un nuevo estado que te sea más beneficioso y positivo?

Todo se basa en tu programa mental, el cuál activa y genera emociones, las cuáles te hacen sentir cosas.

Cuando controlas esas emociones y aprendes a crear otras nuevas que apaguen todas las sensaciones negativas que tienes actualmente, empiezas a comprender el verdadero poder de la Inteligencia Emocional a la hora de cambiar tu realidad.

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