¿Por qué perdemos la motivación por nuestros propósitos?

Me resulta interesante ver como las personas aprovechan siempre el fin de año para hacerse propósitos bajo una motivación de un año que acaba y uno que empieza desde el principio.
Esto es así porque inconscientemente uno se siente mejor cuando da algo por terminado, sobre todo si ha tenido una mala experiencia, y siente una motivación mayor cuando está empezando algo desde el principio.

Es como si empezasemos un maratón de 40 kilómetros. El mejor momento siempre es el que sucede justo

antes de empezar. Tu cuerpo está lleno de energía, de fuerza pura que de forma inconsciente está deseando de que empiece la carrera para conseguir cuanto antes llegar a la meta.
Pero cuando llevas la mitad de la carrera, ya la cosa cambia y empieza a aparecer la sensación de que quizás no seas capaz de terminarla.
La carga empieza a acumularse y cada paso se te va haciendo más y más pesado y la meta mucho más lejos.
Tu energía ya no es la misma y tu motivación pasa a un segundo plano influenciada por la fuerza y presión de la propia acción en sí.

Los propósitos y objetivos de cualquier persona, suelen pasar por el mismo proceso, y puede llegar un momento en que antiguos proyectos que nos propusimos en su momento, fueron ya olvidados por la fuerza de las obligaciones de la vida diaria.

¿Qué pasó con tus antiguos proyectos de futuro?

Párate un momento a pensar cual fue una de las "promesas" que te hiciste al principio de año. Algo que te propusieras terminar, una meta que alcanzar y que ahora está en el saco del olvido.
Ahora analiza qué te hizo pensar en su momento el querer emprender ese proyecto en sí. Qué fue lo que se plasmó en tu mente para decirte a tí mismo que ibas a hacer algo en particular y que lo conseguirías.
Y por último, empieza con la lista de excusas que tú mismo te hiciste para que eso que un día quisiste empezar, no pudieras terminarlo y muriera en el camino.

¿Realmente tiene tanta fuerza nuestras obligaciones con la vida que nos obligan incluso a tener que olvidar nuestros verdaderos propósitos y sueños?
Como todo, siempre es cuestión de prioridades y de a qué le das más importancia, ligado al amor que en el fondo sientes por aquello que deseas alcanzar.

Son muchas las personas que se proponen sus metas, pero lo hacen de forma exterior, es decir, quieren alcanzar cosas que en realidad no aman lo suficiente como para luchar y darlo todo por ellas.

-"Me he propuesto que a primero de mes voy a dejar de fumar", me dijo mi amigo hace ya un tiempo.
-"¿Por qué no empiezas ahora mismo?", le dije.
-"No, ahora no, mejor a primero de mes para que vaya mentalizándome del tema", contestó el.

Es bien simple, si realmente esta persona tuviera una intención profunda de dejar de fumar, empezaría su esfuerzo desde hoy mismo y no lo pospondría para más adelante.
Es como dejar las cosas que no quieres para mañana, porque es la realidad....cuando dejas algo para después, es simplemente porque no quieres realizarla ahora o tienes otras cosas más importantes que hacer en este momento, con lo que traslada a un segundo plano tus deseos.

Ahora es buen momento para que retomes antiguos propósitos, viejos pensamientos de sueños que un día te motivaron para hacerte soñar.
Por favor, hazte solo un simple análisis que te hará darte cuenta en qué postura se encuentran los sueños que quieres alcanzar: Si vas a empezar, empieza ahora.....porque si lo vas a dejar para mañana o para la semana que entra, es porque tienes otros problemas que debes solucionar antes y que harán que tu esfuerzo por empezar algo sea en vano, o quizás no deseas y amas lo suficientemente los propósitos que quieres conseguir. Si es así....la motivación no sirve de nada, porque carece de base.


Autor: Ying Yang

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