El gran dolor que se siente cuando tu pareja te abandona, y ese amor que reinaba en tu interior, de repente queda sepultado de golpe y convertido en dolor y tristeza.
Quizás te tomas demasiado en serio un problema, o quizás hayas abandonado tu vida personal para adquirir una vida de dependencia emocional con la que era tu pareja y ahora que ella no está, no eres capaz de encontrar tu propio "yo", o quizás estás deformando la realidad y pasándola por el filtro de la presión y la negatividad del momento.
El ser humano ha tenido siempre el pensamiento egoísta de querer algo y que nadie más lo tenga, y si es posible, tenerlo para siempre y a su vez, querer más y más y más.....
Pero sin embargo, en el tema del amor, hace todo lo contrario. Consigue colmar su corazón con los primeros momentos de emociones y sentimientos fortísimos que conlleva conocer a alguien por el que te sientes atraído/a, y luego, guardas esos sentimientos en el baúl de los recuerdos, para sacarlos cuando ya la cosa está demasiado deteriorada.
Pero no vamos a hablar ahora de cómo tener y mantener una relación de pareja, estable y de éxito, sino de cómo ver con otro enfoque, el problema que conlleva la pérdida de amor por parte de esa pareja.
El hombre tiene una facilidad pasmosa de elevar a la máxima potencia, aquello que le es perjudicial. Y sin embargo, tiene el gran defecto de no ser capaz de hacer lo mismo con lo que le proporciona felicidad y bienestar....¿no te parece curioso?.
Me ha dejado mi pareja. No puedo vivir sin ella. Estoy destrozado/a. No tengo ganas de seguir viviendo.
Es la visión catastrófica que tienen la mayoría de las personas que pasan por una ruptura o por el peso de enfrentarse al desamor de su relación.
Un proverbio chino decía: "Si el problema tiene solución ¿por qué te preocupas?, y si el problema no tiene solución ¿por qué te preocupas?".
Que algo te afecte en mayor o menor medida, no depende de la gravedad del asunto, sino de tu capacidad para asimilar ese asunto.
De hecho, el 90% de los problemas que la gente se imagina, nunca llegan a plasmarse en la realidad, y sin embargo, se llega a sufrir por algo que tan solo ha pasado por nuestra mente.
Precisamente, el desamor y la ruptura, es algo que no hace daño físico, pero sí mental. Por tanto, tienes la maravillosa oportunidad de poder controlarlo.
Si alguien te golpea en la cara y te parte un diente, el dolor estará ahí por varios días. Tendrá consecuencias, dolores, médico, dentista, arreglos, y una serie de cambios que mirarás y verás cuando te mires al espejo. Podrás verlo y palparlo, y también sufrirlo en tus carnes, con la intensidad que tuvo el golpe en sí. No puedes hacer nada, pues el dolor está ahí y depende exclusivamente de la dureza con que te golpearon.
Si alguien te abandona y rompe contigo, te mirarás al espejo y no notarás ningún cambio físico, pero no serás el mismo, puesto que tu interior es el que está sufriendo.
El mundo no se acaba porque alguien te abandone. Tu vida no se acaba porque tu pareja te deje. Si algo acaba, es porque tú quieres que acabe y tú eres el único culpable de ello, y no lo que te rodea.
¿Por qué centrar el universo en torno a una persona?
Pero ahora estamos ante el presente, y te está diciendo que a partir de ahora, debes seguir adelante tú solo o buscar nuevos acompañantes en tu vida. ¿Te sirve de algo volver a revolcarte en el barro del pasado? ¿Avanzas cuando lloras y sufres recordando viejos tiempos?
"¡¡Es que no puedo evitar sufrir ni pensar en ella/el!!"
Te entiendo, pero entiende tú también que es necesario que digas esto, para que compruebes que ya estás aceptando que el problema lo tienes tú y el que le da fuerza eres tú, debido a tu falta de enfoque y desarrollo.
Tú eres el que no puede evitar pensar en lo que ha pasado. Tú eres el que no deja de sufrir, el que no deja de martirizar tu propia mente dándole vueltas a algo que ya acabó.
La aceptación es fundamental y hacerla parte de tu vida, es primordial en cualquier proceso de ruptura sentimental.
Si un problema no se acepta, siempre estará ahí, creciendo y alimentándose de tí, a costa de las cosas buenas que consigan llegar a tu vida.
Además, no te queda de otra, por mucho que te duela, que te sientas mal, que no quieras aceptarlo, la realidad está ahí, tanto si te gusta como si no, y cuánto antes la aceptes, antes empezarás a vivir mejor.
El hombre de hoy, quizás le da una importancia desproporcionada a diversas parte de lo que significa tener una relación sentimental, y se las quita a otras partes, que sí que son pilares básicos de toda pareja que quiera tener felicidad en sus vidas.
No se trata de buscar culpables, ni de encontrar quien propició todo y echarle la culpa. La cuestión es aceptar el hecho, el daño y perdonarse uno mismo.
Perdonarse uno mismo, significa hacerte la promesa de que nada de tu pasado, influirá en tu presente en tal medida que se apodere de éste. Significa no llevar una vida anclada a un "ayer" y no pensar en el "hoy" ni en el "mañana". Significa estar en continuo movimiento y desarrollo para que cosas que ya ocurrieron en su momento, no salgan a la luz ni interfieran en tu día a día.
Yo no creo que un problema sea grave. Creo que la gravedad se la das tú y cómo te tomas dicho problema.
El desamor es quizás uno de los problemas que mayores proporciones adopta y que hace tambalear la vida de una persona hasta tal punto, que hacen ver su propia existencia, como algo insignificante.
Es nuestra manía de elevar lo malo a su máxima potencia. De darle a algo negativo, el mayor poder de destrucción posible, viéndolo como una auténtica bomba atómica en vez de lo que realmente es.
Tienes que aceptar que las personas que llegan a tu vida, pueden en algún momento dejar de estar a tu lado, abandonarte, negarte el amor que una vez te dieron. Y el problema en sí puede dolerte mucho, y afectar a tu vida personal, pero para ello debes tomarte tu periodo de adaptación.
Una adaptación basada siempre en la aceptación del problema, y del enfoque y mirada hacia un nuevo objetivo.
Alguien dijo una vez: "Qué fácil ha sido reemplazarme. Debí significar muy poco en tu vida cuando estuvimos juntos"
A lo que otro respondió: "Significaste mucho para mí, quizás demasiado. Pero ahora no estás conmigo. Júzgame si quieres cuando estuvimos juntos, no lo hagas cuando ya no lo estamos"
El daño ya ha salido a la luz, ya te ha afectado (en la medida que tú lo permitas). Ahora solo queda en tí, el que decidas vivir una vida en la que el desamor esté siempre presente en tí, o darle puerta libre a los sentimientos negativos, que al fin y al cabo, son los únicos que te hacen sufrir.
¿Por qué dejas que lo malo esté a tu lado?
Todo en esta vida se supera, absolutamente todo, y la capacidad de superación radica en la propia persona, en tí mismo y no en la fuerza del problema. Si sufres por el desamor, trata de que los sentimientos que trae consigo, estén en tí el menor tiempo posible.
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