La adicción al sexo es un transtorno psicológico que afecta a determinadas personas que buscan en el sexo un medio de ayuda para diversos problemas que ya tienen en sus vidas. El perfil psicológico de estas personas muestra que pueden llegar a presentar dificultades y desórdenes en
sus vidas utilizando la relación sexual como medio de escape y solución temporal a dichos problemas.
Este deseo sexual puede llegar a ser tan fuerte que las personas que entran en un determinado nivel de adicción les resulta casi imposible salir de ella, ya que marca y domina todos los aspectos de su día a día.
Como método para superar una adicción al sexo de ese nivel, la persona deberá pasar por diferentes etapas y por supuesto bajo la supervisión de un psicólogo que vaya guiando su proceso.
Primeramente, la base del problema radica en la importancia que el subconsciente ha llegado a conceder al sexo en sí. Tu cuerpo te pide que tengas una relación sexual porque la necesita, y si la necesita es porque tiene un grado de importancia que la hace que el cuerpo dependa de ella para seguir adelante y en equilibrio.
Este transtorno será el primero en tratar, ya que es un paso fundamental "quitarle volumen" e importancia, por así decirlo, al placer que te puede suponer tener sexo.
Cuando logramos poco a poco darle menor importancia a esta sensación, es cuando lograremos empezar el camino para salir de la adicción.
Pero al igual que todo, hay que buscar una vía de escape, es decir, se debe conseguir que otras cosas en tu vida y en tu día a día merezcan en verdad la pena y tengan un peso más relevante que el propio sexo en sí.
Debemos encontrar rutas alternativas que mantengan a la persona ocupada en ciertos aspectos físicos y mentales que consigan que el tiempo para ellos pase más rápidamente y así se vayan adaptando a no tener que necesitar nada más.
No debemos ver la adicción al sexo como un enemigo, sino más bien como un amigo que debido a su peso y engorde nos está fastidiando y ocupando más espacio del que nosotros le habíamos concedido. Por lo tanto no debe cortarse de raiz y pensar, como algunos creen, que quitándonos de tener sexo se solucionará todo. Los que afirman esto es porque realmente no conocen de lo que es capaz de hacer nuestra mente cuando nuestro cuerpo necesita algo hasta el punto de depender de eso.
Como cualquier otra adicción, hay que tener en cuenta que el tiempo es un factor indispensable para todo y que no existen curas milagrosas ni secretos para afrontar este tipo de problemas.
Aunque en la sociedad de hoy algunos transtornos emocionales no son tomados con la suficiente cautela que se necesita ya que no se ve todavía en ellos la verdadera gravedad que pueden traer consigo.
La adicción al sexo debe seguir un tratamiento pausado, controlado y partiendo propiamente de la aceptación de dicho problema en sí. Con las dosis necesarias de tiempo, paciencia, control y esfuerzo todo se consigue. Ignora pues páginas y consejos milagrosos que hacen parecer este tipo de problemas como fáciles de solucionar, porque al final acabarás peor de lo que ya estabas. Acude siempre a un profesional que pueda evaluar tu problema, no tengas miedo en aceptar lo que te está sucediendo y mentalízate realmente en salir de donde estás.
Si necesitas cualquier aclaración a nivel personal, puedes ponerte en contacto conmigo a través de este formulario. Trataré de ayudarte en todo lo que pueda.
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