Reglas matemáticas e infalibles es lo que el ser humano busca para conseguir siempre tener éxito en aquello que se plantea, y debido a la debilidad de nuestras mentes para superar los inconvenientes con lógica y con deducción, te traigo aquí una fórmula infalible que si la aplicas a aquellos que quieres alcanzar, lograrás conseguirlo sin la menor duda.
Partimos en principio de que la mente es la que ejerce el mayor peso sobre aquello que nos sucede, lo que queremos, los problemas que nos ocurren, cómo poner soluciones, etc....y por desgracia el hombre carece de una mente lo suficientemente evolutiva para anteponerse y superar la realidad que está viviendo.
Por lo tanto tenemos que engañar en cierto modo a nuestro subconsciente haciéndole creer que lo que tenemos como meta no es tan difícil de lograr.
Ahora me dirás: "Sí...qué fácil es decirlo"
Pues la verdad que no es tan difícil aplicarlo si lo haces de la siguiente forma:
Nuestra mente y nuestra capacidad para motivarnos y seguir adelante ante las adversidades funciona al igual que si estuvieras en una carrera de fondo, una carrera en la que tienes que correr 25 kilómetros.
Lo primero que hace todo el mundo es: "Ufff....25 kilómetros, no sé si voy a poder" y cuando empiezas la carrera siempre vas fijándote en cuánto te queda y cuánto has recorrido. Por lo tanto, estás tú mismo poniéndole a tu mente el que se centre y base su motivación en lo que queda por cumplir....lo que queda por recorrer y lo poco que ha recorrido. ¿Qué sucede?....Pues que tu mismo pensamiento desmotiva inconscientemente a tu mente haciéndole ver la magnitud del objetivo, vista por tu parte. Tu propio inconsciente reaccionará a la vez, como una especie de reflejo diciéndote a ti mismo que se te vayan quitando las ganas y las fuerzas por seguir.....por lo tanto ya sabes que esta reacción en cadena te conducirá al fracaso y al abandono.
¿Qué se debe hacer?
Los corredores profesionales de fondo, están entrenados en "nublar", por decirlo así, su mente y tratan de no pensar en cómo va la carrera, ni en cuánto les queda, ni en lo que han recorrido ya. Sólo empiezan a correr, se ponen como objetivo un ritmo y siguen adelante pensando en que esa carrera es infinita. Su mente no podrá reaccionar a nada malo que vaya viendo ni sintiendo su propio cuerpo, y por lo tanto no sentirá desmotivación alguna. Su fuerza de seguir adelante será transmitida a su cuerpo y éste, como reflejo, tendrá muchísimas menos probabilidades de sentirse cansado o desmotivado.
Este ejemplo es a modo orientativo a lo que quería explicar, ya que el método en sí es el mismo, es decir, el transmitir a nuestra mente que aquello que queremos conseguir es una rutina sistemática que debemos seguir.
PASO 1- Hay que ponerse un objetivo global. Aquí estamos para ayudarte a que te sea más fácil que alcances el éxito en aquello que te propones, por lo tanto, debes tener alguna meta a la que pretendas aspirar.
PASO 2- A la vez hay que ponerse mini-objetivos diarios que configuren nuestro modo de vida, encaminados por supuesto a conseguir lo que deseamos. Por ejemplo: Tu meta es adelgazar....pues no trates de conseguirlo de la noche a la mañana. Ya que tienes tu meta clara ponte un plan de ejercicio diario y no pienses en si has engordado un día o si el entrenamiento está siendo efectivo o no. Sólo piensa en hacer esos ejercicios a diario sin pensar en la meta final, solo en cumplir lo que te has propuesto en ese día.
PASO 3- No midas, ni analices cómo va el plan que te propones. Una gran mayoría de las personas que abandonan sus objetivos, lo hacen porque se ven frustrados al comprobar que el resultado no es el que se habían pensado; y a lo mejor lo que ha pasado es que has medido dicho resultado en el momento que no debías hacerlo. Los resultados solo se ven al final.
PASO 4- Para mejorar hay que avanzar, por lo tanto, tu objetivo diario debe ir progresivamente en aumento, adaptado a tu capacidad. Por ejemplo, y basándonos en el ejemplo anterior, si te propones hacer ejercicio diario para adelgazar, debes ir aumentando progresivamente la cantidad y la calidad de los ejercicios que realizas de un modo que tu cuerpo vea que sólo estás haciendo la rutina de todos los días y un poco más. De este modo no sentirá regresión y tu avance irá subiendo sin que apenas lo notes.
Piensa siempre que todo lo que se hace poco a poco, cuesta menos hacerlo, tarda más, pero te garantiza el resultado.
Espero haberte ayudado con estos ejemplos para aquellas personas que necesitan un plan que no tenga fallos y que les garantice que tendrán éxito en alcanzar sus sueños. Piensa ante todo en que la base de todo siempre radica en: motivación (ganarla y no perderla), constancia, tiempo y avance.
Aplica esta regla matemática a tu vida y podrás garantizarte el éxito en aquello que te propongas.
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