Una forma perfecta de cómo se debe actuar frente a insultos que pueden herir tu persona o autoestima. Aunque no es fácil llevar a cabo este método, pero sí que es totalmente efectivo y compatible con tu felicidad y armonía.
Un relato antiguo decía así:
Un día, estaba entrenando a sus discípulos en el arte de combatir cuerpo a cuerpo, cuando llegó un antiguo alumno que fue expulsado por su rebeldía y soberbia. Llegó ese día al templo donde estaba el maestro monje y se dirigió a el delante de todos sus alumnos y de una gran multitud de personas que había allí, retándolo a un duelo.
-"Quiero retarte a muerte por haberme expulsado en mi pasado. Hoy te demostraré mi fuerza delante de todos"
El monje se situó delante de el y se quedó quieto y callado mirándolo a la cara.
-"No lucharé contigo"- le dijo el monje.
-"¿Acaso tienes miedo de mí?-le contestó el hombre.
-"No te tengo miedo ninguno, pero no lucharé hoy contigo"- le respondió el monje
-"Eres un cobarde, y hoy aquí delante de todos tus alumnos y habitantes del pueblo declaro que no eres digno de liderar nada."-prosiguió el hombre.
Y siguió el antiguo alumno con una cadena de insultos que manchaban la buena imagen que el monje tenía en su pueblo y con sus discípulos. Lo insultaba de una forma grotesca dirigiéndose a su persona y a la de su familia, y a la de todos sus antecesores.
Pero el monje solo se quedaba quieto y callado y sin responder a nada mirando a este hombre a la cara y recibiendo comentarios que herían su autoestima y orgullo.
Después de un largo rato, cuando este hombre se cansó de insultar a más no poder al monje, decidió irse, sin que el monje abriera la boca en ningún momento ni respondiera a nada de lo que le dijo.
Cuando todo volvió a la normalidad, uno de los alumnos que presenció todo este espectáculo, le dijo al monje:
-"Maestro, ¿por qué ha permitido que un hombre así le insultara de tal forma a usted y a toda su familia y usted no ha hecho nada para evitarlo? Perfectamente podría haber luchado con el y vencerlo fácilmente y así darle su merecido."
El monje respondió: "Debes aprender que la única forma de combatir contra los insultos y amenazas es la que yo he realizado. Debes comportarte al igual que cuando alguien te da un regalo y tú no lo aceptas.....¿qué pasa entonces?"
-"Pues que tendría que llevármelo de vuelta"-contestó el discípulo.
-"Pues igual debes hacer con quien te insulte. Ignora todo lo que te dice y al final será él el que se vaya de vuelta con todo lo que te ha dicho cargado en su interior, ya que al tú no quererlos, no tiene más remedio que llevárselos el"
No hay comentarios:
Deja tus Opiniones