Los estados de ánimo influyen de forma increíble, en que consigas tus metas y propósitos, y por supuesto, en que puedas ser feliz.
Puede parecer algo superficial, que carece de demasiada importancia.
No exagero.....simplemente todo se basa en cómo seas capaz de administrar aquello que sientes. Controla tus emociones, y controlarás tu vida.
Las cosas pasan en tu día a día, y llegan a tí. Después, tú le das fuerza y poder, dependiendo de tu enfoque.
Es muy común, que la gente achaque sus estados de ánimo a cosas que le suceden en sus vidas.
Las cosas pasan, eso no se puede evitar, pero el que te afecten de forma más o menos drástica, ya no dependen de dichas cosas, sino de tí.
Enfadarte, entristecerte, alegrarte, agobiarte, estresarte....son simples reacciones, que tienen un 99% de control, frente a un 1% de descontrol, es decir, de lo que sientes, casi el 100% puede ser controlado.
"Estoy desanimado porque en lo que llevo de día, no he conseguido vender nada en mi tienda"
Me estás diciendo que algo que te ha pasado, ha conseguido dirigir tu vida, aunque sea por un sólo día. Entiendo que no has vendido nada, y que eso no es bueno, pero.....¿acaso el sentirte desanimado te hará que vendas más?
Hay muchas formas, mucho más inteligentes de enfrentarse al fracaso.
Precisamente el enfoque que se le dan a las cosas, es más bien contrario.
¿Por qué una persona depende tanto de sus estados de ánimo?
Porque reacciona de forma contraria, es decir, ante una adversidad, se siente decaída y sin fuerzas, y ante algo beneficioso, se siente con ánimos y llenos de energía.
Estoy feliz cuando las cosas me salen bien, y estoy triste cuando me salen mal, ¿ y eso por qué ?.
Precisamente cuando te salen las cosas bien, es cuando te puedes permitir el lujo de descansar y guardar tu energía y apaciguarte un poco, mientras que cuando te salen las cosas mal, es cuando mayor vitalidad y ganas, debes echarle al asunto.
Recuerdo el joven con el que hablé hace tiempo, que me dijo que tenía problemas en su instituto, porque había un chico que solía acosarlo y le daba miedo, porque era alto, grande, corpulento y parecía muy fuerte.
El muchacho se creó su propio miedo ante lo que la realidad le mostraba, y esto le condujo a un estado de ánimo débil y aceptando la derrota, antes de tan siquiera luchar (no me refiero a físicamente...¿eh?).
Después de hablar con él, tan sólo le dije: "Piensa siempre que una patada entre las piernas, le duele igual a una persona corpulenta, como a una delgada y débil."
No se trataba de incitarlo a pelear, ni mucho menos, además él entendió perfectamente lo que quise decirle.
Se trata de que las cosas que nosotros mismos nos imaginamos, la mayoría de las veces, suelen ser peores que la pura realidad.
¿Puedo sobreponerme a mis estados de ánimo?
Por supuesto que sí.
Es inevitable que tengas que luchar más con algunas cosas que te suceden, pero no hay duda que el control emocional es todo lo que necesitas para ser feliz.
Sucumbir a un estado emocional, es dejar tu cuerpo para que sea guiado e influenciado por lo que te suceda o por las malas conjeturas de tu mente.
Todos tenemos una base establecida de lo que está bien y lo que está mal, lo que queremos y lo que no queremos, lo que deseamos y lo que no, lo que queremos que nos llegue y lo que queremos evitar, los amigos y los enemigos.
Esto hace que nuestro sistema emocional se vea influenciado por nuestros propios conceptos de las cosas.
Por tanto, asimilamos que para ser feliz y estar bien con nosotros mismos, se tienen que cumplir aquello que queremos, y cuando no se cumple, de forma inconsciente caemos en un estado de negatividad.
Si quieres vender todos los días en tu tienda, asimilas que vender es bueno, y que no vender nada, es malo.
Si no vendes nada, entras en la zona mala, que llena de negatividad tu mente y tu estado emocional, con lo que es necesario sobreponerse a ello, para salir de ahí y volver por lo menos, al punto intermedio.
Las cosas pueden ser buenas o malas, fuertes o débiles, y no puedes controlarlas, pero una vez que llegan a tí y entran en tu mente, eres tú el que puede hacer de algo malo, una cosa buena.
De hecho, la mayoría de las veces, los estados de ánimo negativos (tristeza, depresión, desmotivación, etc...) son totalmente inútiles e innecesarios. ¿Acaso te ayuda en algo el que no tengas ganas de seguir adelante con tu tienda porque no has vendido nada en una semana?
Probablemente estés haciendo algo mal, quizás tengas un plan de trabajo equivocado, un producto malo, o te han hecho mala publicidad, pero lo que sí es seguro, es que el sentirte desmotivado o decepcionado, no te ayudará en nada.
¿Cómo puedo manejar mis estados de ánimo para ser feliz?
-Visión exacta y correcta de la realidad (ni exageres ni reduzcas).
-Entrenamiento emocional y enfoque correcto de las cosas que te suceden.
-Eliminar de tu vida el concepto "catastrófico" de las cosas (el mundo no se acaba porque algo te salga mal).
-Visión exterior de tu propia vida (¿no has vendido nada hoy? Pues hay gente que ni siquiera tienen una tienda).
-Buscar el lado positivo de lo malo que te ocurre (todo lo malo tiene un motivo, que te puede ser de ayuda).
-Concepto claro y sincero de tí mismo (eres como eres, ni más ni menos, con sus pros y sus contras).
-Autoaceptación.
-Sobreponerte a lo que te sucede.
Es prácticamente imposible que alguien pueda sentirse deprimido o triste, si da diez saltos intentando tocar el techo de su casa. Prueba y dime si después de hacerlo, te has sentido mejor o peor.
No es que sea difícil manejar lo que sientes y cómo te encuentras, sino que en el fondo, no quieres salir de ese estado, por dejadez o por lo que sea, pero te sientes mejor y más seguro dentro de tu estado emocional, antes que arriesgarte a enfrentarte a él.
Realmente tienes miedo a romper tu tristeza.
Quieres ser feliz, pero sin dar un paso para buscar dicha felicidadTu estado de ánimo es la situación en la que se encuentran tus sentimientos, tus emociones, tu interior. Tú eres el que puede controlar todo lo que ocurre dentro de tí, aunque haya sido motivado por algo exterior.
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