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19 de marzo de 2015

El arte de conseguir tus metas, cambiando de hábitos

El ser humano es un ser de hábitos.

Algunos de ellos pueden ser buenos, y otros quizás no tanto.

El problema es que los malos hábitos te conducen hacia el fracaso, mientras que los buenos, te dirigen hacia el éxito.


Piensa en un objetivo que quieres alcanzar. Te voy a poner el ejemplo de una chica que acudió a mí hace un tiempo con el objetivo de adelgazar.

Una vez establecido lo que queremos conseguir, existen unas pautas en las que cambiando tus hábitos, te irás poco a poco acercando más y más a tu objetivo.


Date un mes como tiempo psicológico


Existen muchos estudios, científicamente comprobados, en los que se demuestran que las personas suelen pasarlo peor en los primeros momentos en los que deciden cambiar de hábitos, pero que una vez pasada la barrera del mes, el sufrimiento disminuye drásticamente.

Volviendo al ejemplo que hemos planteado al principio, esta chica lo pasó realmente mal los primeros días en los que tuvo que adoptar el hábito de llevar una dieta correcta y una alimentación propicia para que bajara de peso.

Tuvo que abandonar malas costumbres que le impedían que pudiera acercarse a conseguir su propósito, y mentalizarse de que los primeros días, suelen ser los peores.

Pero conforme pasa el tiempo, la mente de la persona se adapta a la rutina establecida y cada vez le incomoda menos el nuevo hábito que se ha adquirido.

Date tiempo, no te desesperes y procura llegar a la barrera psicológica del mes. Una vez que te mantengas un mes haciendo lo que se supone que es lo correcto, todo se te volverá mucho más fácil.

Para cualquier cosa que quieras conseguir, piensa siempre que un mes haciendo lo correcto, harán que te acostumbres a hacerlo siempre.

Esta chica, por ejemplo, me comentó que sobre el día 20 o 22, prácticamente no tuvo ningún tipo de problema en mantener la dieta que tanto le había costado empezar el primer día.

El día 1 para ella fue todo un reto y un verdadero suplicio, mientras que el día 20 fue simplemente una rutina cualquiera.


Eliminar la tentación



Este punto se resume muy fácilmente con nuestro ejemplo.

CHICA A DIETA:
-"Antonio, tengo un problema, y es que ayer mismo he empezado la dieta y hoy no he podido evitarlo, me he ido al frigorífico y me he comido un bocadillo de jamón grandísimo"

YO:
-"Una pregunta: ¿Cómo es posible que guardes en tu frigorífico jamón cuando decides ponerte a dieta?"

Caso real, ¿eh?.

No puedes pretender hacer algo o eliminar hábitos malignos en tu vida, cuando tienes en tu día a día presente la tentación de recaer.

Esta chica tuvo que eliminar de su despensa, aquellos alimentos que le incitaban a comérselos.

Alimentos que no eran beneficiosos para adelgazar y que tan sólo estaban ahí para provocarla y hacer que desistiera de su propósito.

Hay un dicho que dice: "Muerto el perro, se acabó la rabia"

Pues aquí igual.

Para cualquier cosa que quieras conseguir, debes eliminar de tu camino todo aquello que te incita a volver a adquirir malos hábitos.

No puedes pretender adelgazar teniendo tu frigorífico repleto de comida basura.

No puedes pretender dejar de fumar si siempre tienes un paquete de cigarrillos en tu casa, y para colmo lo tienes a simple vista.

Cuando tienes la tentación en tu propia casa, tú mismo te pones dificultades para cambiar de hábitos.
Si sabes que no puedes superar algo, simplemente elimínalo y así no tendrás que esforzarte por superarlo.

Enfoca tus objetivos de forma ambiciosa


No es lo mismo que te digas a tí mismo que quieres adelgazar y perder un poco de peso, que te mentalices de que vas a tener un cuerpazo de lujo.

¿Por qué? Porque objetivos pequeños, traen consigo motivaciones pequeñas, mientras que si aumentas considerablemente lo que quieres alcanzar, tu motivación también aumentará para conseguirla.

No digas que vas a fumar un poco menos, dí mejor que a partir de ahora, nunca más fumarás y empezarás a tener una salud envidiable.

No digas que vas a conseguir los objetivos de tu trabajo de forma ajustada, dí mejor que te convertirás en un trabajador digno de ejemplo y que llame la atención entre tus superiores.

Pensar y enfocar los objetivos de forma ambiciosa, hace que muevas muchas más fuerzas dentro de tí y agranda enormemente tu automotivación por conseguirlas.
Cuando piensas a lo grande, tus probabilidades de éxito aumentan

Diariamente mejor que puntualmente


Las cosas que se hacen diariamente, acaban convirtiéndose en hábitos más fácilmente.

No es lo mismo que digas que vas a ponerte en forma haciendo ejercicio tres días a la semana, a que digas que lo vas a hacer, haciendo ejercicio diariamente.

Hacer las cosas todos los días, crea una dependencia mental y física que hace que tu cuerpo se habitúe a ella.

Comprendes lo que significa convertir algo puntual en algo rutinario.

Enseña a tu mente lo que tiene que hacer, y la mejor forma de hacerlo es habituándola a ello de forma diaria.



La diversión


Siempre se ha pensado que la fuerza de voluntad y el esfuerzo, es la mejor forma de que una persona alcance lo que se propone, y eso no es así.

El hombre tiene una capacidad increible para tener una vida alegre y divertida. (Lee de nuevo el post sobre "Cómo manejar mis estados de ánimos negativos para ser feliz")

Convertir aquello que se hace en algo que te aporte felicidad.

No se trata de estar constantemente pensando lo difícil y duro que resulta escalar una montaña, sino en saber convertir esa escalada en algo que te haga feliz.

Para todo aquello que te propongas conseguir, busca siempre las formas de hacerlo divertido e interesante para tí.
Una meta se alcanza mucho más fácilmente haciendo el camino hacia ella lo más divertido posible.


Puedes conseguir cualquier cosa si sigues estos puntos básicos y te mentalizas en abandonar los malos hábitos que te conducen hacia el fracaso y sigues aquellos que te ayudan a tener éxito.




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