¿Cómo sé si tengo dependencia emocional hacia mi pareja? Compruébalo aquí.

Es el error más característico de la dependencia emocional, el confundir el amor con la necesidad.

¿Amas realmente a alguien, o lo necesitas para sentirte bien contigo mismo/a?.

Muchas parejas creen en el hiperromanticismo estúpido que la sociedad actual ha tratado de meternos en nuestra mente, haciéndonos creer que darlo todo por tu pareja (incluso tus propios principios y tu propia salud física y emocional), es significativo de "amor".

Es precioso dar tu vida por la persona que amas, ¿verdad?. Pues sí, pero no es muy inteligente hacerlo.

Cuando tienes a esa persona que tanto amas a tu lado, la felicidad parece desbordar por todos sitios, la alegría te hace tener vitalidad, energía, entusiasmo.

Igualmente, cuando no tienes a esa persona, no eres nadie.

Necesitas de ella para vivir, para seguir adelante, para que tu día a día se desarrolle con la felicidad que tú necesitas.

Volvemos a lo mismo.....¿realmente eso es amor, o necesidad?.

La dependencia emocional es un problema que no se suele ver con tanta facilidad, sobre todo el afectado.

Puede que ahora mismo estés confuso y que mis palabras te suenen raras, pero créeme cuando te digo que someterte emocionalmente a alguien y basar tu vida en ella, no es sano, ni tampoco está relacionado con el amor, más bien con un transtorno psíquico.

Características generales del dependiente emocional

Dependen de otra persona y no de sí mismas, con lo que llegan a someterse a la persona de la que dependen. Cambia su forma de ser, su forma de comportarse, de pensar, a fín de que coincida con dicha persona. Pasa a ser un esclavo emocional de otro.

Necesitan tener contacto directo o indirecto con esa persona. Siempre quieren acceder a ella, ya sea mediante llamadas, mensajes, etc.... La cuestión es que su propio cuerpo les pide tener contacto constante con dicha persona. Una especie de droga emocional que necesita consumirse cada cierto tiempo para superar el "mono".

Eliminan de su entorno social, personal y familiar cualquier otro tipo de vínculo, dándole exclusividad a la persona de la que dependen. Sus amigos dejan de tener importancias, al igual que su familia, etc... Una especie de contrato en la que solo están dos personas y nada más existe.

En parejas con dependencia emocional, la persona dependiente no concibe el caso de ruptura sentimental. El dependiente siempre tratará de recuperar una y otra vez a esa persona, de tener siempre acceso a su "droga" a su vicio, porque necesita sentirse esclavo. En muchos casos de ruptura de este tipo, el dependiente a veces llega a realizar actos verdaderamente estúpidos con el fin de que su pareja vuelva. Deja de importarle su vida, su orgullo y sus valores, porque lo único que quiere es su relación de dependencia, y no porque ame a esa persona, sino porque la necesita.

Normalmente, la dependencia emocional idealiza en la mente del dependiente a la pareja perfecta, es decir, ve en esa persona todo aquello que a ella le falta. Una especie de compensación de sus defectos representados en otra persona.

En la mayoría de los casos de dependencia emocional, cuando hay ruptura (en un gran porcentaje de situaciones), la persona cae en cuadros de ansiedad, depresión y demás transtornos que pueden llegar a afectar gravemente a su vida personal.

Eliminan sus necesidades y basan su vida en las de la otra persona. Deja de importarles su forma de ser, de pensar y de actuar para "copiar" lo que su pareja le muestra.

Cuando existe ruptura, suelen irse lo más rápido posible a buscar otra pareja que le aporte lo mismo que sentía con la anterior. El amor en sí, pasa a un segundo plano porque lo que realmente importa es suplir las propias necesidades. Ya no te alimentas porque te guste algo, sino porque tu cuerpo tiene hambre y te llevas a la boca lo primero que supla dicha necesidad.

El amor en este tipo de relaciones no existe, solo existe la necesidad.

El autoestima de este tipo de personas está muy deformada debido a que no dependen de sus propias capacidades, sino de las de los demás.

Es la dependencia emocional un transtorno de la personalidad

Ufffff....ese término asusta, ¿verdad?.

Pues haces bien en asustarte, porque aunque creas que estoy exagerando, cuando dependes emocionalmente de otra persona, llegas a perder tu propia personalidad adquiriendo otra en base a tu relación de dependencia y necesidad.

El que es adicto a algo, basa su vida en ese "algo".

El fumador siempre tiene el paquete de tabaco en su bolsillo y si se le olvida, alterará su esquema diario por tal de que éste vuelva a su sitio.

En una relación de dependencia, si esa persona falta, el modelo de vida queda cojo y no avanza.

Por tanto, no eres quien te gustaría ser, sino quien tus necesidades te permiten ser.

¿Has probado a estar todo un día sin tener contacto con tu pareja? ¿Te sientes distinto? ¿En qué medida la necesitas para ser tú mismo?.

El gran error de confundir amor con necesidad

Casi todo el mundo suele confundir estos términos.

Suele ser difícil que alguien que caiga en las redes de la dependencia emocional, se de cuenta por sí mismo que en realidad no está enamorado de esa persona, sino que lo único que está haciendo es suplir sus necesidades con ella.

Lo que a tí te falta, se compensa con lo que la otra persona te aporta.

Y como te sientes tan bien, crees que estás enamorado.

El fumador no ama los cigarrillos que se fuma, sino que los necesita para sentirse bien con él mismo.

Depende de ellos para sentirse en equilibrio.

En las relaciones de dependencia emocional pasa lo mismo.

Muchas veces, veo amigos mios en facebook que están inmersos en una relación de pareja en la que su centro vital del universo es la persona a la que creen amar.

"Si tú no estás me muero"

¿Estamos locos o qué? ¿Confundes a esa persona con Dios?

¿Y dónde te sitúas tú? ¿Acaso tú no vales nada?

¿Y qué hago cuando creo que estoy en una situación de dependencia emocional?

El primer paso ya casi lo has dado, puesto que es importantísimo aceptar la realidad de las cosas.

No hay nada mejor para comenzar que aceptar que tienes un problema y que estás confundiendo términos.

Cuando dependes de alguien, anulas tus propios deseos a fín de satisfacer los de la otra persona. Ya hablamos de que esa relación no se puede romper, porque la necesitas para sustentarte diariamente.

Plantéate escribir una por una las situaciones que has hecho en beneficio de esa persona y que a su vez te han hecho daño a tí mismo.

Porque cuando pasas por momentos así, tu propio "yo" no importa.

Lo que más valor tiene para tí es la otra persona y haces lo que sea por ella, aunque eso suponga tu propio perjuicio.

¿Es eso inteligente? No

¿Es eso amor? No.

Por tanto, analiza tu propio comportamiento en base a aquellas acciones que te han hecho daño, vengan de donde vengan.

Es necesario que el siguiente paso que des sea en pos de beneficiar tu autoestima.

Porque simplemente la habrás anulado.

No existe para tí lo que se llama "amor hacia tí mismo".

Todo lo das en beneficio de otro, y no por tu propio bienestar.

Por tanto, es importante recuperar tu autoestima y llevarla a sus niveles normales. (Puedes descargar este ebook sobre cómo mejorar tu autoestima aquí)

Por último, refuerza tu soledad aprendiendo a estar solo de vez en cuando.

No es malo estar a solas contigo mismo alguna que otra vez.

De hecho es muy recomendable.

Lo que sucede es que una persona que tiene dependencia emocional, no puede concebir la soledad, porque no tiene en su interior los ingredientes necesarios para ello.

El ingrediente principal, que es la otra persona, falta.

Por tanto, cuando estás solo, simplemente no existes y te ves en un mundo totalmente desconocido para tí.

No sabes qué eres, qué piensas, qué necesitas y te asustan tus propios pensamientos.

Por ello, antes de salir corriendo en busca de los brazos de la persona a la que crees amar, aprende a amarte a tí mismo y a apreciar el calor que tus propios brazos pueden darte.


Como ves, la dependencia emocional es un transtorno muy dañino y destructivo, que es necesario solucionar lo antes posible a fin de que no te destruya y acabe con tu propia forma de ser.