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11 de enero de 2014

Grandes motivaciones para grandes retos

La motivación necesaria para realizar un propósito es directamente proporcional a la magnitud de este reto, es decir, nuestra fuerza de voluntad a la hora de seguir adelante debe ser mayor cuan mayor es el objetivo que tenemos que alcanzar.


No resulta igual motivarte a tí mismo por la mañana para afrontar una charla delante de treinta personas en tu día de trabajo, que para una conferencia internacional en la que serás observado por cientos de personas.
Esto me imagino que queda bastante claro, pero, hay un pequeño matiz que tenemos que tener siempre en cuenta a la hora de mantener nuestro nivel de energía y motivación, y es que para alcanzar grandes retos, siempre tendremos que conseguir pequeños retos.

Las grandes guerras se ganan superando pequeñas batallas

 Conseguir metas altas supondrá bastante más tiempo de lo que podrás creer, y aunque puedas tenerlo todo planeado, siempre tienes que contar con las adversidades inesperadas, los golpes bajos y los inconvenientes que aparecen en el momento menos oportuno.
Todo ello, debilitará tu motivación y tendrás que mantenerla constantemente alerta y viva dentro de tí......pero...¿cómo?
Pues alimentándola y engrandeciéndola.

Pero ¿de qué?, y ¿cómo lo hago?

Tu fuerza de voluntad se alimenta siempre de hechos que suceden en tu vida, por lo tanto tendrás que dividir aquello a lo que aspiras conseguir, tu reto, tu propósito y tu objetivo, en pequeñas batallas que deberás vencer y superar para así mantener tu energía interior firme y despierta, que se vaya acumulando y que nunca desfallezca por el paso del tiempo o por las adversidades.

Todo gran reto, requiere de una gran motivación, que únicamente se mantendrá viva y con toda su fuerza si la engrandeces con pequeñas victorias.
Lo grande siempre está compuesto de cosas pequeñas, con lo que si necesitas una fuerza grande para vencer a un oponente igual de grande, ve aumentando esa fuerza con pequeñas acciones que la hagan crecer.

Si marcas tu punto de mira en alcanzar algún propósito bastante alto, tienes que estar preparado para todo lo que vendrá y ser consciente de todo el esfuerzo que tendrás que realizar. Si descuidas tu día a  día y tu metodología para conseguir lo que te propones, acabarás dándote cuenta en un momento determinado que tu motivación ya no es tan fuerte como era al principio y todo lo que has trabajado será en vano.
Alimenta por tanto día a día con pequeños hechos lo que en un futuro necesitarás para vencer un gran objetivo. Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Autor: Ying Yang

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