Autocontrol: ¿realmente controlas tu vida?

El hombre se cree el ser de más autocontrol que existe, y siempre actúa  pensando que es su propio dueño y conocedor de todo aquello que le sucede, pero sin embargo, la realidad, aunque dura.....es otra bien distinta.



Esta misma mañana, estaba parado en un paso de peatones, esperando que se pusiera el muñequito en verde para poder pasar. Junto a mí, había mucha gente, con la intención de cruzar la calle, cuando, todavía con el muñeco en rojo, los coches empezaron a pararse.
La gente, aún sin tener "derecho" (por así decirlo) a cruzar, empezaban a hacerlo, viendo que los vehículos

ya estaban parándose, aunque el semáforo todavía tardara unos segundos más en dar paso a los peatones.
Cuando el primero daba el primer paso y la iniciativa de cruzar sin estar en verde, los demás empezaban a seguirle, como las ovejas cuando una se dirige hacia un sitio, y sentí dentro de mí mismo la necesidad de cruzar al igual que lo hacían las demás personas.
¿Por qué me iba a quedar parado si los demás ya iban por la mitad del paso de peatones aún estando este todavía en rojo?
Pero luego pensé, ¿por qué tengo que hacer lo que los demás hacen? Yo tengo unas reglas...¿no? y son que solo se debe pasar cuando esté en verde y no porque muchos empiecen, yo también tengo que seguir.

El ejemplo es bien simple, pero muestra la carencia de autocontrol que goza el ser humano de hoy en día. El hombre se mueve por pura inercia mental, una inercia que le va haciendo poco a poco perder sus propios principios y basar sus actos y pensamientos en función del mundo que le rodea.

Es muy importante actuar bajo iniciativa propia y no influenciado por lo que nos rodea. Nuestra mente está abierta a las experiencias que se nos muestran, pero luego somos nosotros los que debemos administrar y ejecutar dichos pensamientos.

Mira tu alrededor, estúdialo, aprende de él y después.....haz lo que creas oportuno para tí

Son muchas las personas que se quejan de que no consiguen alcanzar sus sueños, de que todo les sale mal, de que se le acumulan los problemas o de que su vida es un fracaso, pero después de todo, nunca se paran a pensar si verdaderamente controlan la vida que tienen.
Es como si tuvieramos que conformarnos con aquello que recibimos y si no es de nuestro agrado, siempre nos quedará el quejarnos y consolarnos de nosotros mismos porque no tuvimos la suerte de recibir lo que esperábamos.

La realidad de la persona exitosa y conocedora de la felicidad es bien distinta, pues no actuará por inercia de nadie, sino de sí misma. No se verá influenciada por aquello que tiene a su alrededor, sino que lo aprovechará para su beneficio propio. No se autoconsolará por no recibir, sino que irá a buscar y si no encuentra.....lo fabricará con sus manos. No debilitará sus principios, porque en base de estos está su supervivencia y su éxito.

Son muchas las situaciones que nos encontramos en el día a día que nos demuestran si en verdad somos dueños de nuestras vidas, si la controlamos y si ese autocontrol es real o tan solo son palabras que nosotros mismos nos decimos para consolarnos.
Aprende a perfeccionar y darle valor a lo que persigues, a lo que inicias y a tus pensamientos que son los que inician tu futuro. No te avergüences de ellos y defiéndelos si es así como lo deseas.....y si te equivocas, habrás experimentado el cometer un error propio y aunque creas que no, habrás mejorado personalmente siempre que sepas aprender de ello.

Tu vida es tuya y no es merecedora de que los demás le impongan sus reglas, así que actúa y haz cumplir las tuyas. 

Autor: Ying Yang

Escribe tu email y te mandaré todas las novedades de Ying Yang