Aprender del fracaso y aprender del éxito

Son muchos los posts que he leido sobre lo importante que es aprender de los fracasos y porqué son buenos para nuestro desarrollo personal, pero siempre me he preguntado: "¿Por qué en vez de aprender de los errores, no aprendemos mejor de los éxitos?".

Aprender de nuestros errores es todo un tópico, y no estoy diciendo que no sea útil, de hecho, es mejor sacarle algún partido a algo malo que ha llegado a nuestras vidas, que dejarlo pasar así sin más.

Pero, un error o un fracaso en nuestras vidas, simplemente nos limita nuestro ámbito de acción, es decir, asumimos que nos hemos equivocado y quitamos esos actos y pensamientos que nos han conducido a tal error, de nuestro modelo de vida.
En otras palabras, cuando te equivocas,  lo que aprendes es que eso no lo tienes que hacer de la forma que lo has hecho y que esa actuación tuya, no ha tenido éxito.

En cierto modo, no es que tengamos que aprender de nuestros errores, ya que con que los eliminemos de nuestra forma de actuar, bastará para aprender de ellos, pero de forma inconsciente y sin esfuerzo.

Una persona que quiere triunfar y tener éxito en su vida, no busca ir demostrándose a sí mismo mediante tropiezos lo que no debe hacer, sino que debe encontrar una forma efectiva de alcanzar lo que busca, eliminando de su camino, aquello con lo que tropieza (Lee el post sobre la diferencia entre un hombre de éxito y un fracasado)

Un error es una información de lo que has hecho, que no ha sido productivo ni beneficioso para tí, por lo que no hay que romperse la cabeza en entender el porqué no ha funcionado y el porqué tus actos y pensamientos te han conducido a fracasar. Simplemente, elimina, pues acabas de comprobar en tí mismo, que no te ha servido para nada, tan solo para retenerte y frenar tu desarrollo y crecimiento.

Sin embargo, cuando triunfas en alguna acción, el enfoque es totalmente distinto, pues acabas de probar que mediante tu forma de actuar, has llegado a conseguir lo que querías. Ahora sí que te toca aprenderte la lección, pues te has demostrado a tí mismo que tus acciones desembocan en éxito, es decir, has hecho las cosas siguiendo unos parámetros que te han traido beneficios, y eso sí que es importante de no olvidar.

Cuando consigues una meta, te estás diciendo que tus actos han sido productivos e inteligentes, puesto que has alcanzado tu objetivo.
Esa forma de hacer las cosas, debe ir perfeccionándose para adaptar tu modelo de vida a ella, pues tiene una base sólida que te demuestra que es efectiva y te proporciona lo que buscas.

¿No merece la pena aprender de ello? Aquí sí que tendrías que aprovechar tus neuronas para sacar las máximas conclusiones posibles de porqué lo que has hecho y de la forma que lo has hecho, te han traido donde estás, dándote el éxito que buscabas.

Cuando uno aprende que la vida te enseña cosas de la forma más simple, comprende que el éxito depende de saber aprovechar lo beneficioso y descartar lo dañino.

Simpleza absoluta para encuadrar los errores en fallos que no debemos aplicar a nuestras vidas y los éxitos en modelos a seguir si queremos que nuestros propósitos y objetivos se cumplan y con ello, nuestro desarrollo personal en todos los ámbitos.

Así de simple.

¿Y tú, ves más efectivo aprender de tus fracasos o de tus éxitos?

Autor: Ying Yang

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