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28 de octubre de 2014

¿Por qué no te sientes seguro de tí mismo?

¿Has pensado alguna vez en si posees la suficiente seguridad en tí mismo para hacer algo? Bueno, seguro que no.

La gente no suele pararse a pensar cosas como éstas. Pero cuando llega el momento, el punto en que tienes que tomar una decisión importante en tu vida, te quedas parado, pensando si serás capaz o no de conseguirlo. De si estás capacitado para llegar a ese objetivo o si podrás superar el obstáculo que tienes delante de tí.
La seguridad en tí mismo, depende de la visión que tú mismo tengas de tus capacidades y dependiendo de esta visión, serás capaz de hacer unas cosas u otras.

¿Has entendido bien lo que he querido decir? No depende de tus capacidades, sino de la visión que tú tengas de dichas capacidades.

Cuando corrí en la maratón del mes pasado, comprendía cómo algunos corredores eran capaces de mantener un ritmo casi el doble que el mío, y mantenerlo así hasta el final de la carrera.

¿Qué me diferencia de ellos? Simplemente que para ellos, el correr cuarenta kilómetros es pura rutina, y su cuerpo y mente están adaptados a ello, por lo que no ven esto como un reto, sino como algo común que fácilmente pueden superar, mientras que para mí, sí que suponía un reto, porque yo no estoy tan acostumbrado a correr a ese ritmo, ni tan a menudo como lo puede hacer un corredor semi-profesional.

Para mí, era un reto para mis capacidades y no tenía la suficiente seguridad en mí mismo como para darme la tranquilidad de que sería capaz de terminar la carrera dentro de un tiempo lógico.

Esto no significa que no fuera capaz físicamente de hacerlo, sino que mi autoevaluación interna, me ponía en dudas sobre algo que no solía hacer tan a menudo, con lo que no tuve la suficiente tranquilidad, hasta que llegué a la meta.

Una cosa es lo que tú seas capaz de hacer, y otra bien distinta es lo que creas que eres capaz de realizar.

No tienes seguridad en tí mismo, porque no te conoces completamente.

No eres capaz de darle a tu mente la fuerza necesaria para que le diga a cuerpo que eres capaz de conseguir lo que tienes pensado.


El miedo a fracasar



Luego viene el miedo a cometer errores o a intentarlo y fracasar.

Al igual que las victorias crean confianza y seguridad en el hombre, las derrotas, por norma general, traen desanimo y desmotivación.

Hay dos tipos de personas:

-Los que intentan saltar una pared muy alta y no son capaces de hacerlo, fracasando y dándose por vencido asumiendo que ese obstáculo es demasiado para ellos.

-Los que intentan saltar dicha pared y cuando ven que no pueden hacerlo por los métodos tradicionales, buscan soluciones alternativas distintas a las demás que le hagan superar dicho obstáculo, ya sea de una forma u otra. Aprenden cómo no se debe saltar, y buscan cómo deben saltarla.

El fracaso está, erróneamente relacionado con la falta de capacidad, pero realmente con lo que está relacionado es con la falta de enfoque.

Hazte dos preguntas: ¿Qué te puede pasar si fracasas? Te puede suceder algo increible y es que conseguirás aprender cómo no se hacen las cosas.
¿Qué te puede suceder si no lo intentas por miedo a fracasar? Simplemente nada. Seguirás igual que estás ahora mismo, parado, sin avanzar, con tus quejas, tus miedos, tus pensamientos erróneos y tu filosofía de "perdedor mental". Y lo peor de todo.......el culpable de todo, eres tú.

Hay gente que tiene miedo a hacer algo sin haberlo intentado antes.....¿cómo puede ser posible?, ¿acaso tiene el ser humano una mente privilegiada que le permite saber cómo acabarán las cosas sin probarlas antes?
Más bien todo lo contrario. Nuestra mente es tan débil que se rompe a llorar ante el más mínimo indicio de obstáculo o dificultad que supere nuestro concepto y enfoque de la realidad.

Esta mañana precisamente estuve hablando con una chica que decía que no era capaz de conseguir pareja, porque se sentía insegura y eso la excluía poco a poco y le impedía incluso conseguir amigos y relacionarse socialmente.

Estamos ante casos de personas que aceptan que el problema no lo pone el entorno, sino que nos lo ponemos nosotros mismos.

Y todo ello por una experiencia puntual del pasado que le hizo pasar un mal momento.

Por esa regla de tres, el que tiene una experiencia buenísima y tiene un momento de genialidad en su vida, debería ser la ostia y arrasar con todo lo que se le pone delante.

Pero no es así, lo malo se queda con nosotros y nos determina nuestros miedos. Lo bueno, sin embargo preferimos asignarlo a la suerte, la casualidad, o a los dioses del olimpo, acabando como un mero recuerdo en nuestra mente.


¿Por qué no te sientes seguro de tí mismo?



-No te conoces y nunca te has hecho una evaluación correcta de quien eres realmente y qué eres capaz de hacer.

-Tienes una mente dominada por miedos, miedos inventados y elevados a la máxima potencia por tí mismo.

-Prefieres prestarle atención y basarte en las cosas malas que te pasan y pasas por alto lo bueno que llega a tí.

-Lo que los demás piensen sobre tí, es más importante que lo que tú mismo crees. Vives una vida basándote demasiado en los demás (amigos, familia, pareja, etc...) y su versión de las cosas cobra más importante que la tuya.

-Tu mentalidad es demasiado cerrada y, al igual que la mayoría, tienes "tunel-visión". Sólo eres capaz de ver un problema, y no todo lo que le rodea.

-Piensas demasiado las cosas, hasta tal punto que no paras hasta que le encuentres el lado negativo y problemático para tí.



La seguridad en uno mismo, representa un factor clave en el éxito en tu vida, en tu desarrollo personal, en alcanzar tus metas y objetivos y en encontrar realmente el modelo de vida que quieres tener.

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Autor: Ying Yang


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