Precisamente, esta es la base por la cual es tan importante enfrentarse a cualquier fracaso, usando nuestra inteligencia emocional.
¿De qué forma?
Enfoque de los errores cometidos
Cuando fracasas en algo, tienes que tener claro que la causa de todo, no eres tú, ni tampoco la magnitud de lo que te ha ocurrido, sino la actitud que has adoptado inmediatamente después de que has cometido el error y no has conseguido lo que te habías propuesto.
Cuando alguien se equivoca en algo, nace en su interior una especie de principio negativo, que determina sus acciones posteriores, es decir, te has propuesto adelgazar de forma efectiva, has estado varios meses siguiendo al pie de la letra tu estrategia para perder peso, y cuando llega el momento de tu evaluación, compruebas que, encima de todo, has engordado varios kilos.
Nace en tí el desánimo, por el hecho de que has fracasado en tu propósito. Este punto, en el cual empiezas una reacción en cadena de forma casi inconsciente, en la que lo único que cobra valor es el resultado negativo que has obtenido.
Empiezas entonces a recordar y tratar de buscar el motivo por el cual no lo has logrado, pero todo basado en el resultado negativo que has obtenido, con lo que sin darte cuenta, te estás analizando basándote en un punto de vista que no es el correcto.
No es lo mismo buscar respuestas de algo, sin dejarse influenciar por el resultado obtenido, que hacerlo partiendo de que has fracasado en el intento.
El control emocional es fundamental para analizar con éxito, todo lo que nos ha pasado, para descubrir los errores y enfocarlos correctamente sin dejarnos influenciar por cómo nos sentimos.
Tú no eres el error, ni tampoco la magnitud de lo que te ha pasado, sino cómo te afectan las cosas que te ocurren, después de que te ocurran.
No dramatizar ni generalizar
Todos cometemos errores y hemos fracasado en muchos de los objetivos que hemos podido tener, pero no por ello se acaba el mundo.
Alguien que se mentaliza que a partir de mañana, saldrá todos los días a buscar trabajo. Se prepara el día anterior, sus currículums, se mentaliza de cómo enfrentarse a una entrevista de trabajo, se busca la mejor ropa para parecer elegante.....
Llega el día en cuestión, sale a la calle y al cabo de varias horas, llega a casa con la motivación por los suelos, debido al fracaso que ha tenido en su intento de conseguir trabajo.
Empieza a nacer en él, el pensamiento de que quizás todo esto, va a ser más difícil de lo que él creía.
El desánimo empieza a aumentar, la negatividad entra en su interior y se plantea seriamente el si merece la pena salir mañana a hacer lo mismo o no.
Simplemente comete el error de aplicar el resultado que ha obtenido hoy, a algo general.
Piensa siempre que has podido fracasar hoy, pero eso no quiere decir que tengas que darte por vencido.
Debemos aprender a que las situaciones que nos ocurren, son temporales, individuales y concretas, con lo que la generalización y el darle a algo una magnitud mayor de la que tiene, es un grave error.
Y todo esto ocurre, por el hecho de que nos dejamos influenciar demasiado por nuestras emociones, por aquello que la vida nos hace sentir, sin saber ponerle freno a los sentimientos y controlarlos de forma que no se expandan por toda nuestra mente.
Vuelvo a repetir.....las cosas que ocurren, provocan reacciones y pensamientos en nosotros. Controlando dichas reacciones, controlaremos nuestro siguiente paso.
Si dejas que un error puntual, influya demasiado en tu comportamiento y estado emocional, estarás dándole un nuevo curso a aquello que estás haciendo, sin darte cuenta, sin apenas notarlo....pero que te conducirá por un camino distinto y peor del que llevabas.
Convertir lo negativo en algo positivo
Bueno, esto quizás lo hayas oído antes por algún sitio.
La gente en realidad, habla o lee mucho, pero luego no es capaz de poner en práctica ni una décima parte de lo que aprende.
Convertir lo malo en bueno, suena muy bonito, pero no es tan fácil ponerlo en práctica.
Cuando consigues que el fracaso sirva como punto de referencia hacia un nuevo intento, totalmente distinto para que no te vuelva a suceder, entonces es cuando le sacas partido a aquellos errores que cometes.
La mayoría de las personas que tropiezan y se caen con una piedra en su camino, simplemente se levantan, se curan las heridas y vuelven a seguir en su camino con mayor o menor precaución, pero pocos se preocupan de que gracias a esa piedra, has aprendido a mantenerte siempre en guardia y a no descuidarte, porque puedes tropezar de nuevo.
Se llama "el principio del crecimiento", y se basa en hacer que todo lo que nos ocurra, nos haga avanzar en nuestro desarrollo personal, y nos beneficie de alguna forma.
Enfocar el fracaso, determina que tengas más o menos éxito en tu vida, y condiciona de forma inconsciente, el que tus propósitos se cumplan con efectividad.
Tu inteligencia emocional te ayuda a que determinadas situaciones, no te afecten de tal forma, que afecten y condicionen tus demás cualidades, y el fracasar en algo, precisamente es una de esas situaciones.
Si no consigues controlar y administrar los efectos emocionales que te provoca el fracasar y el ver las cosas desde el suelo, después de una caída, acabarás aprendiendo las cosas, a base de golpes y perjuicios.
No hay comentarios:
Deja tus Opiniones