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24 de agosto de 2016

Como conseguir que tu pareja "cambie".

Recibo muchos emails que me preguntan cómo se puede conseguir que mi pareja cambie, a fin de mejorar la relación sentimental entre ambos.

Cuando hablo con la mayoría de personas que buscan este cambio en el otro, le pregunto: "¿Por qué quieres que cambie? ¿Cómo puedes estar tan seguro de que tu perspectiva de las cosas es como tú piensas? ¿No será que al final descubras que el que tienes que cambiar eres tú y no tu pareja?".



Bueno, dejándonos de rodeos, esta última pregunta que has leído, es la clave de todo.

Y no porque tengas que preguntarte a tí mismo si el que tienes que cambiar eres tú, sino más bien por lo que supone la "ley del cambio".

Y como en todo, las emociones y nuestra Inteligencia Emocional entran en juego.

Empecemos.


El gran error a la hora de intentar cambiar a alguien


Pues hay un grave error que casi todo el mundo comete.

Y es el querer cambiar las cosas materiales y de tu entorno, a fin de que eso haga mejorar la relación.

Cuando quieres que tu pareja cambie algún aspecto de su estilo de vida o pensamientos, la mayoría de las veces nos limitamos a hacerle ver los errores que está cometiendo.

De intentar que vea materialmente que lo que hace no está bien o que simplemente puede mejorar.

Una especie de cambio físico para que así se remueva su interior y se produzca un cambio interior en ella.

Sin embargo, la experiencia nos dice que cuando le muestras a alguien sus defectos y sus errores, o tan sólo la corriges o aconsejas para que mejore, la mente de esta persona entra automáticamente en estado de defensa.

Porque a nadie le gusta que les rompan sus principios o su forma de ser.





Aunque sea para mejor.

El ser humano no tiene tanta capacidad de adaptación como se cree.

Nos cuesta romper nuestras conexiones neuronales que hemos desarrollado desde pequeños.

Y ahora no va a venir nadie a hacerlo de un día para otro.

Es por este motivo, que existen tantos problemas a la hora de que se trata de cambiar a alguien, sobre todo en algún aspecto tan arraigado como puede ser el carácter o sus hábitos.


La forma correcta de cambiar a tu pareja


Pero bueno, si algo no funciona demasiado bien, habrá algo que sí que funcione, ¿no crees?.

Porque todo tiene su técnica y su forma más efectiva de hacerlo.

En primer lugar tienes que hacerte a la idea de que no estás en la obligación ni el deber de cambiar a nadie.

Además a eso se le suma el que la gente no suele cambiar tan fácilmente.

Y si le metemos el plus de lo que es una relación de pareja, pues la cosa todavía se complica más.

Sin embargo, hay un principio universal que siempre predico en este blog.

Cuando tú cambias, todo a tu alrededor también cambia.




Incluídas las personas.

¿No lo sabías?, pues ya sabes algo nuevo.

Así que siguiendo ese principio y aplicándolo en tu relación, cuando tú cambias, tu relación sentimental también cambiará.

Pero claro, ¿y si la que tiene que cambiar es mi pareja y no yo?

Eso no importa, lo que importa es el objetivo.

Si tú eres el bueno de la peli y tu pareja la que está haciendo las cosas mal (bajo tu punto de vista), deberías estar todavía más tranquilo, puesto que estás en armonía contigo mismo.

Pero aquí hablamos de conseguir una meta, que tu pareja mejore o cambie bajo tu enfoque.

Y para conseguir esa meta, tenemos que dejar a un lado nuestro "yo".

Además te vuelvo a repetir que tienes la ventaja de que al pensar que estás haciendo las cosas mejor que ella, no deberías preocuparte por desprenderte de tí mismo.

Bueno, vamos al grano.

Lo que quiero decirte es que si quieres hacer cambiar a alguien, la mejor forma de hacerlo es cambiando tú.

Y con esto no quiero decirte que entres en su terreno ni que hagas cosas que no debes por tal de satisfacer a la otra parte, la cosa no va de eso.

Simplemente se trata de cambiar tu actitud ante lo que te sucede.



Si quieres hacerle ver a tu pareja de que grita mucho o que se enfada con facilidad, no es recomendable de que la ataques mostrándole cómo es en realidad, sus defectos, el daño que causa cuando se enfada, ni nada de eso.

Porque eso la pondrá automáticamente a la defensiva y te hará más difícil el acceder a ella nuevamente.

Y para colmo no habrá mejorado en nada, sino más bien empeorado.

Hay formas y formas de decir y mostrar la verdad.

Por tanto, si tu pareja actúa de esa forma y quieres que cambie poco a poco, empieza cambiando tu actitud ante ella cuando se comporta así.

¿Te enfadas tú también cuando ella se enfada? En el momento en que dejes de hacerlo, ella cambiará su perspectiva de las cosas.

¿Gritas tú también cuando ella grita? Cuando empieces a hablar con otro tono, aunque ella esté gritando, todo cambiará de enfoque.

Hacer que alguien cambie  parece que se ha convertido en una especie de examen de graduación que hay que pasar.

Y eso no tiene porqué ser así.

La gente puede cambiar, sin necesidad de someterla a juicio. Incluso puedes ir cambiando a alguien poco a poco sin que se percate de ello.

Pero claro, para esto, nuestro "yo" no debe intervenir.

Porque si se mete en el asunto, ese proyecto de cambio se transforma en un combate cuerpo a cuerpo.

Y eso obliga a ambas partes a ponerse en ataque y en defensa.

Y eso trae como consecuencia daños en vez de mejoras y cambios.

Por consiguiente es una forma estúpida de intentar cambiar a alguien.

¿Tienes que dejar de ser tú mismo o mentir para cambiar a tu pareja?

No.

Simplemente tienes que desarmar y evitar por todos los medios que su comportamiento te conduzca a su terreno.

Cada acto de cualquiera de nosotros, trae consigo una serie de reacciones en los demás.

Si alguien te grita, casi de forma inconsciente surge en tu interior el enfado, la ira, la venganza, o algún tipo de emoción negativa que tiene como finalidad hacerte cambiar y conducirte a su terreno.

Y eso no conduce a nada.

Si alguien te grita o te insulta, el daño ya está hecho, por mucho que te enfades, irrites o te molestes por ello.



Todo lo que sea dejarte llevar por las emociones negativas de ese momento, lo único que harán serán acciones innecesarias para llevarte a tu propia falsa tranquilidad, que en realidad es venganza, desahogo, etc...

¿Soluciones y mejoras? Ninguna si sigues la corriente y la inercia de ese tipo de emociones.

Se supone que quieres cambiar algo negativo de tu pareja, ¿verdad?

Pues tienes que impedir que eso te lleve a su terreno y te obligue a enfrentarte a él en su propio territorio.

Porque ahí no sólo perderás, sino que el esfuerzo habrá sido en vano y ninguno de los dos habrá hecho nada provechoso, sólo dejarse llevar por las emociones y buscar soluciones en un terreno que no es el adecuado.

En el momento en el que no entras en el terreno de las emociones negativas (o problema que quieres corregir), lo desarmas y lo afrontas con tu propia perspectiva de las cosas (es decir, en tu propio terreno), la cosa no sólo se vuelve mucho más liviana, sino que también cambia.

Cuando alguien te grita, está esperando recibir una respuesta similar, es decir, otro grito.

Cuando no lo recibe, la desorientación entra en acción, por no conseguir llevarte a su terreno.

Y eso hace que se puedan buscar soluciones a algún problema sin ser influenciados por el propio problema en sí.

Entonces, tenemos la solución de que cuando tú cambias tu forma de ver las cosas, automáticamente eso genera un cambio en aquellos que te ven, en este caso tu pareja.

Ese cambio la saca del terreno al que estaba acostumbrado a luchar, y como no existe lucha alguna, se ve indefensa.

Y ante ese estado, se abren puertas hacia algún tipo de mejora o crecimiento personal.

Por desgracia, esto cuesta mucho aplicarlo a la vida real.

Estamos acostumbrados a entrar en conflictos con nuestra pareja a fin de hacer saber quien tiene la razón en algo.

Eso no sirve de nada y sólo trae resentimiento a largo plazo.

Además que no soluciona ningún problema.

A nadie le gusta que le digan que está equivocado.

A nadie le gusta que le corrijan y le muestren los errores que ha cometido.

A nadie le gusta que le juzguen.

Todo esto trae emociones negativas que no conducen a ninguna luz.

Sin embargo, ante la mayoría de los problemas, el no entrar en el terreno emocional que la otra parte nos quiere meter, es un punto decisivo para desarmar y conducir todo hacia un terreno neutral.

Y ese trabajo tienes que hacerlo tú y no tu pareja.




Y para ello tienes que sacrificar tu propio "yo", que seguramente estará ahí presionándote para que entres en acción y muestres lo bueno que eres y que siempre tienes razón.

Recuerda que ese control emocional que tendrás que aplicar sobre tí mismo, no es fácil y no se adquiere de la noche a la mañana.

¿Por qué crees que hay tantas separaciones y rupturas?

Fácil, porque la gente entra en el juego de los demás pretendiendo con eso cambiar la perspectiva de la otra persona, y no se da cuenta que lo que está haciendo es sumirla más en la oscuridad.

Dale un beso a tu pareja cuando te grite o te insulte, y verás como  se abren muchas puertas en la que alguna de ellas te facilitará que accedas a ella y pueda cambiar.

Ten siempre presente que todos los cambios que hagas en tí mismo, generan cambios en tu entorno y en los demás.

Nunca habrá un problema si tú no quieres que lo haya.

Y cualquier cosa que quieras cambiar de una persona, hazlo siempre desde un terreno distinto al que esa persona está acostumbrada.


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