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18 de noviembre de 2016

El pesimismo es una adicción. ¿Cómo lo supero?

Hoy te quiero hablar de una nueva adicción, que aunque no te lo parezca, es de la más populares, importantes y extendidas por el mundo.

Hablamos del pesimismo, la adicción silenciosa.



¿Silenciosa? Pues sí, porque hace mella en tí sin que apenas te des cuenta haciéndote creer cosas que no son y echándole la culpa a todos, menos a quien de verdad la tiene.


Yo era un pesimista



Así es.

¿Recuerdas el típico ejemplo en el que te ponen un vaso con agua y te preguntaban que cómo lo veías, si medio lleno o medio vacío?

Yo no sólo lo veía vacío, sino casi a punto de vaciarse por completo.

Me decía a mí mismo que era una persona realista, pues el realismo y el pesimismo, normalmente son conceptos que van de la mano.

¿Que van de la mano?

Pues sí, porque cuando el mundo real va mal (cada vez peor), mi supuesto realismo me decía que no se podía hacer otra cosa para que ese mal mejorara.

Porque claro, lo real es lo real, y eso nadie lo puede cambiar, ¿verdad?.

Y si mi entorno real es una mierda, pues por mucho que me esfuerce, lo tendré todo en mi contra para mejorar.

Y sin darme cuenta, hablaba y pensaba como un pesimista.

Intentaba hablarme a mí mismo de que podría mejorar y cambiar mi vida, pero apenas podía llegar a escuchar ni mis propias palabras.

Ese pesimismo y esa naturaleza por nadar siempre con la corriente a mi favor, me hizo tener que aguantarme cuando las cosas iban mal.

Es entonces cuando descubrí que mi vida no era controlada por mí, sino por mis circunstancias.



Y cuando esas circunstancias eran mala, mi vida era mala.

Y cuando quería cambiar esa realidad, no podía hacerlo porque mis creencias me lo impedían y como un fiel robot, seguía paso a paso el programa mental que todos tenemos en nuestra mente.

Pero en realidad, tenía cierta parte de mí que me hacía sentir bien siendo pesimista.

¿Por qué?

Porque me hacía estar tranquilo ante ciertas dudas que salían en mi mente.

¿Para qué iba a intentar algo, si saldría mal?

Eso me hacía que ni tan siquiera moviera un dedo para hacer nada, y eso me gustaba, porque me mantenía en mi zona de confort.

Salir de esa "zona", supondría desafiar ese pesimismo y esforzarme en algo, cosa que no estaba seguro de si realmente sería capaz de hacer.

Me dí cuenta de que no sólo estaba ya pensando como un pesimista, sino que también estaba siendo como tal. Y ese pesimismo se estaba apropiando de todo mi ser convirtiéndome en alguien distinto.

La vida de un pesimista está enfocada en que alguna vez en su vida llegue a pensar que haber nacido, fue un grave error.

¿Sabes porqué hay gente que fuma aún sabiendo que fumar mata y acaba poco a poco con tu vida?

Porque son adictos al tabaco, al igual que hay personas que son adictas a su pesimismo.

Hay un dicho de Sileno que decía:

Una vida vivida en el desconocimiento de los males, es la menos penosa.



¿Te suena eso de algo?

Es el principio del fin...la primera puerta abierta hacia el infierno de la depresión.

Pero todo eso cambió, y ese cambio se produjo en un sólo día, en un sólo click. (Ya te contaré en otro momento cómo).


¿Tu eres pesimista?


Su definición es: Persona que siempre ve lo peor de algo.

Una forma de pensar que te hace ver siempre el lado negativo y amargo de cada cosa que haces.

De todas las realidades posibles en las que puedes vivir, el pesimista vive en la peor de ellas.

Y lo peor de eso es que un pesimista cree en el destino.

Si, si...como lo oyes.

No sólo ve el presente como lo peor que le puede pasar, sino que piensa que su futuro será todavía peor.

Ser pesimista te conduce a pensar que no merece la pena vivir.




Que la vida que tienes, no tiene valor, ni sentido ni merece esforzarse por alcanzar algo en ella, porque todo será en vano.

La gente que se suicida no lo hace precisamente porque gocen de optimismo y de pensamientos positivos, ¿no crees?.


¿Por qué el pesimismo es una adicción?


Tal y como te he contado sobre mí.

Ser pesimista eleva tus pensamientos a no querer nada más aparte de lo que tienes.

Y lo que tienes, vale tampoco que no merece la pena esforzarse por conservarlo.

Ser adicto es depender en exceso de algo (innecesario) para que tu vida se desarrollo con normalidad.

Y una persona pesimista, lo único verdaderamente innecesario que tiene en su vida es su forma de pensar.

Su forma de pensar, le hacen ver las cosas de una forma.

Y esa forma de verlas, le conduce a que se plasme todo en una realidad.

Imagina por un momento que te levantas una mañana en tu mísera y patética vida de la que tan cansado estás.

Tu mente está pesada, llena de pensamientos negativos, de problemas que tuviste ayer y que todavía sigues dándole vueltas hoy.

Por desgracia, tienes que ir nuevamente a tu odioso trabajo en el que tendrás que verle la cara de "bobo" a tu jefe y soportar que te sermonee y te de órdenes nuevamente.

Luego llegas a casa todo cansado y con tu cabeza a punto de explotar y te encuentras a tu mujer que te dice: " Cariño, vamos a cambiarnos y a salir a pasear por la playa que hace un día genial. Así te despejas un poco y te relajas".

Y tú piensas: "¿Qué...ahora voy a salir a pasear con lo cansado que estoy, con todo lo que he pasado? ¿Acaso mi vida va a cambiar porque me de un paseo por la playa? ¿Mis problemas desaparecerán por eso?".

Y acabas diciendo: "No, mejor otro día. Hoy estoy demasiado cansado".

Y te vas a descansar, pones la tele, asesinas el resto de neuronas que te quedan activas, te levantas, te vas a la cama y a esperar que el próximo día llegue para seguir con la misma cadena.

El pesimista es adicto a estar en su zona de confort, porque romperla sería desafiar sus creencias.

Esa negatividad llega un momento en la que absorbe toda tu mente y se adueña de tu forma de ser y de tu esencia en sí.


Pasas de pensar como un pesimista a vivir ese pesimismo y ser parte de él.

Es como si a alguien que es ateo le tratan de explicar la existencia de Dios.

Por mucho que se lo expliques, sus creencias le harán rebatir cada cuestión que le plantees.

Y siempre acabará viendo su propia realidad, que es para lo que lo programa su mente.

Sólo podrá creer en Dios, cuando lo vea personalmente.

Y como eso no va a ocurrir, pues no piensa desafiar y romper lo que ya sabe, para adentrarse en un mundo que desconoce.

Pues igual le sucede al pesimista.

Romper ese círculo vicioso y adentrarse en el mundo de la alegría y los pensamientos positivos, es desconocido para él.

Le hace sentir miedo y lo ve innecesario, porque su programa mental ya se ha encargado de hacerle sentir que su vida depende de lo negativo.

Para él, lo negativo es lo real.

Por lo que si le hablas de cosas positivas, lo verá como irreal y no estará predispuesto a intentar nada en lo que no cree.

Aunque no lo creas, una persona pesimista, se siente a gusto en su zona de confort negativa.

Ahí, en su negatividad, se siente seguro, porque cree que esa es la única realidad que existe.

Todo lo que no sea eso, es irreal o casi imposible.

Y no provocará ningún cambio en él.

Cada paso que da en su vida, está basado en su negatividad y pesimismo.

Depende de ella para vivir y para dar explicación a esa realidad.

Porque si no depende de ella, algunas cosas que le pasen, le serán desconocidas.

Y si no le da respuesta mediante su visión pesimista, sentirá miedo, porque estará ante un mundo desconocido para él.

Es la sutileza con la que el pesimismo te engancha y te hace ser dependiente de su visión del mundo.



Y eso no es lo peor



Lo peor de todo es que normalmente todo lo malo se pega mucho antes y con mayor fuerza que lo bueno.

Y el pesimismo atrae como un imán potentísimo a personas que piensen de la misma forma.

Y eso potencia todavía más el problema.

No hay nada peor que un problema que se alía con problemas similares para hacer "un gran problema".

¿Te imaginas una comunidad de pesimistas?

Pues aléjate cuanto antes de personas que tratan de explicarte las cosas desde su negatividad.

Yo soy de los que piensa que absolutamente todo en la vida tiene tanto su lado negativo como su lado positivo.

¿Y sabes de qué depende de que lo veas de una forma u otra?

Pues tu punto de vista.

La realidad no es algo material, fijo e inamovible que tiene que ser la misma para todos.

La realidad se convierte en "tu realidad" cuando pasa a través de tu programa mental.

Y lo que para tí es negro, para mí puede ser tan blanco que hasta me ciegue de lo bonito que puede parecerme.

Y no porque tu versión sea peor y la mía mejor, sino porque tu programa mental así te hace ver una cosa, mientras que el mío me da otra información.

Tanto tú como yo estamos en lo cierto.

La diferencia es que tu forma negativa de ver las cosas te conduce a tener una vida con la misma negatividad y entrar en un círculo vicioso del que te costará salir.

No querrás salir porque ya habrás pasado de tener pensamientos negativos a ser una persona negativa.

Has pasado de pensar, a ser, debido a la adicción sutil que te impone el pesimismo y que te embauca de una forma en la que poco a poco te va consumiendo hasta acabar contigo haciéndote caer en las garras de la depresión.

Huye, corre, aléjate de personas negativas y pesimistas, porque si no lo haces acabarás contagiándote por la inmensa cantidad de dudas a la que someten cada porción de realidad que estás viviendo.

No necesitas otros puntos de vista, sino mejorar el tuyo propio.

La opinión de los demás, en realidad no debería importarte para nada.

Y mucho menos si viene de alguien negativo.


Soy pesimista...¿cómo lo supero?


El pesimismo es un estado de ánimo que te hace sentir de una forma en particular.

Esa forma de sentirte, hace que veas las cosas bajo una perspectiva distinta.

Esa perspectiva negativa de ver las cosas, hace que tu realidad se transforme también en negativa, por muy positiva y buena que sea.



No importa lo que te pase, siempre lo verás todo bajo ese punto de vista pesimista.

Y cuando tu realidad se muestra, hace que genere nuevas emociones (también negativas) que te hacen volver al principio de la historia.

Y así hasta el infinito y más allá.

¿Cómo se supera eso?

Habría que escribir un libro para detallar todos los pasos que necesitas para que dejes de ser pesimista, pero te lo voy a resumir de forma muy clara:



  • Como hablamos de emociones, tienes que aprender a controlar (o en su caso eliminar) cualquier tipo de emoción negativa. En este ebook te detallo los pasos para hacerlo correctamente.
  • No puedes ser positivo si no te deshaces antes del programa mental que tienes ahora y que te hace ser tan negativo. Entonces hay una regla básica que tienes que grabarte a fuego: "Primero desaprende para luego aprender".
  • Júntate con personas que tengan otra perspectiva distinta y más positiva de algo que tú. No te juntes con los que piensan como tú, o acabarás en la consulta de tu psicólogo hablando de tu estado depresivo.
  • Piensa siempre que no existe una realidad como tal. La realidad es en general una infinidad de posibilidades vista desde una infinidad de puntos de vista. ¿Por qué tienes que escoger siempre el punto de vista más negativo?. Acuérdate que lo que tú puedes ver como malo malísimo, para mí puede ser lo mejor de lo mejor. Entonces....¿quien es el problema?. Está claro, el problema eres tú y no lo que te rodea.
  • Aprende a controlar tus pensamientos, pues son la base de todo y lo que hará que tengas una realidad u otra. Aquello que piensas es lo que hará que tu realidad se plasme en función de dichos pensamientos. Por tanto, cuida mucho lo que pasa por tu mente, porque es tu futuro lo que está en juego. 
  • Para controlar tu mente y tus pensamientos, lo mejor que hay son distintas técnicas de meditación y que sin duda te van a ayudar a encontrar esa infinidad de puntos de vista de una misma realidad. Te aseguro que es la mejor herramienta para cambiar tu estado de ánimo. A mí me funcionó y cambió mi vida radicalmente y después de muchos años, aún sigo practicándola y me sorprendo cada día de lo infinita que puede llegar a ser mi felicidad si sabes cómo encontrarla.

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