Ahhh,,,¿que creías que eras una persona libre? ¡¡Qué va!!, aquí en este mundo hay más marionetas que en una actuación, y la mayoría de ellas ni saben que lo son.
Nuestra felicidad está controlada.
En algunas ocasiones parcialmente controlada y en otras por completo.
Y no nos percatamos de ello.
Lo que hace que sigamos esforzándonos en buscar el método sobre cómo ser más feliz, dejando que nos sigan controlando.
Pero, ¿quien controla nuestra felicidad y porqué lo permitimos?
Vamos al grano.
Los 3 pilares
Todas las personas tienen en sus vidas 3 pilares que la definen y la controlan.
Pilares que se fueron formando desde pequeños debido al programa mental que nos insertaron en nuestra mente por la vida que nos han vendido desde que nacimos.
Esos pilares sostienen quien eres, la vida que tienes y la dificultad que tendrás en el caso de que quieras cambiarla.
Porque para cambiar, es absolutamente necesario superar e ir más allá de estas 3 sólidas bases que definen nuestro "yo" y todo lo que engloba nuestro día a día.
1-PILAR: "Lo que te rodea y todo tu entorno"
Todavía la gente cree que cambiando su entorno, cambiará su vida.
No llegan a comprender que es precisamente al contrario y que están luchando contra el enemigo equivocado.
Cambiar tu entorno y mejorarlo, no cambiará nada. Y si lo hace será por un breve periodo, que a la larga no sirve de nada.
Aumentar tu riqueza material y mejorar todo lo que te rodea, no te aportará más felicidad.
Tan sólo allanará un poco el camino, por un tiempo limitado.
¿Por qué hay gente millonaria, de éxito, personajes famosos que se suicidan y declaran no ser felices con sus vidas?
Porque siguen empeñados en crear esa felicidad donde no existe.
Podrás tener todos los millones que quieras, bienes infinitos y una riqueza material incalculable, pero como tu interior te siga haciendo sentir un desdichado, seguirás teniendo una vida miserable.
Nuestro entorno nos controla, nos dirige y hace lo que quiere con nosotros, sin que le pongamos freno ni seamos capaces de pararlo.
Es penoso ver personas agobiadas, estresadas, deprimidas por circunstancias de su propio entorno.
Y declaran no poder hacer nada para remediarlo.
¿Por qué?
Porque siguen con la cabezonería de que cuando tienen un problema con su día a día, tienen que solucionarlo en ese mismo campo de batalla.
En el momento en el que entras al juego que te pone el mundo que te rodea, estás empezando a labrar tu fracaso.
Porque tarde o temprano perderás.
- Tu entorno te hace vivir circunstancias.
- Esas circunstancias generan sus correspondientes emociones, que te hacen sentir de una forma en particular.
- Dependiendo de esa forma en la que te sientes, empezarás a pensar. Todo en función de tu estado de ánimo.
- Ese estado de ánimo, te hará hacer acciones todas ellas basadas en cómo te sientes.
- Y así hasta el infinito y más allá.
Te viene la letra de la hipoteca de la casa en la que el banco te dice que si no la pagas a final de mes te la embargarán.
Eso te hace sentir mal, genera estrés y emociones de supervivencia. Te pones nervioso, alterado y dejas de estar en equilibrio contigo mismo.
Ese estado de ánimo te hace "una persona distinta influenciada por lo que ha sucedido" y hace que generes pensamientos de supervivencia enfocados en no sentirte de esa forma.
Y la única forma de no sentirte así es buscando una solución para pagar esa letra de la hipoteca.
Por tanto, te encierras en tu casa y empiezas a buscar posibles soluciones, hasta que no te queda otra que pedirle dinero prestado a un familiar.
En el momento en que lo haces, te sientes avergonzado y humillado por tener que contarle a otros tus problemas y mostrarle una perspectiva tuya débil y dependiente.
Eso hace que te sientas de una forma distinta.
Ahora, aunque ya tienes el dinero en tu bolsillo y te diriges al banco a pagarlo, te sientes triste y mal contigo mismo.
A su vez tienes la presión encima tuya de que tendrás que devolverle ese dinero a tu familiar y a su vez hacer algo para que no venga devuelto la letra del mes que viene nuevamente.
Con lo que ahora, debido a esos pensamientos, no sólo te sientes triste y mal contigo mismo, sino a su vez estresado y agobiado.
Llegas a tu casa nuevamente y no tienes ganas de hablar con tu mujer, ni jugar con tus hijos.
¿Y todo por qué?
Por dejarte influenciar por tu entorno.
¿Y qué hago, si no tengo más remedio?
La pregunta del millón y el método número uno para autoengañarnos.
El verdadero problema no es aquello que te pasa, sino cómo lo aceptas y te lo tomas.
En contra de lo que puedas pensar, una acción negativa provocará una emoción negativa, pero ésta no tiene porqué controlarte ni manejar tu vida.
¿Cómo busca la felicidad esta persona de la que hemos hablado antes?
Pues con dinero para quitarse su deuda.
¿Y eso le hace verdaderamente más feliz?
No, eso le hará libre de cargas y con menor probabilidad de ser influenciado, pero no más feliz.
¿Se puede ser feliz incluso en situaciones críticas o ante emociones negativas fuertes?
Perfectamente.
Tan sólo tienes que saber cómo hacerlo y sobre todo, ir más allá de tu entorno.
Ese entorno que te gobierna, te controla y dirige tu vida hacia donde a él le apetece.
2-PILAR: "Tu cuerpo y tu estado físico"
Hemos visto cómo nuestro entorno influye en nosotros de una forma tan bestial, pero...¿te has dado cuenta a través de dónde lo hace?
Exacto, de nuestro cuerpo.
¿Por qué?
Porque aunque pensemos lo contrario, apenas podemos controlar nuestro propio cuerpo.
Si te paras un momento a analizar, más del 60% de los actos físicos que realizas durante el día, pasan desapercibidos ante tu conciencia.
Es decir, apenas tienes control de lo que haces.
La mayoría de las personas se ven a sí mismas como "alguien" en el mundo en el que viven.
Ese "alguien" es un cuerpo físico en un mundo físico influenciado por cosas físicas.
Eso te hace tener una perspectiva equivocada de tí y de qué cosas deberían influir en tí realmente.
Que te veas a tí mismo como un cuerpo físico, no quiere decir que lo seas en verdad.
¿Y cual es el problema de verte así?
Que te vuelves un ser materialista que depende de su entorno y de todo lo material y que sólo es capaz de apreciar las cosas a través de su cuerpo y de los sentidos que éste le aporta.
Por tanto, sólo podrás percibir la felicidad material.
Y esa felicidad te acabo de decir que es ficticia.
Nunca podrás sentir una felicidad infinita, distinta y grandiosa, si no vas más allá de tu propio cuerpo.
Tu cuerpo vive en tu entorno, por lo que se ciñe a lo que éste le aporta para ser feliz.
Y le transmite eso a tu mente, que no tiene más remedio que conformarse y adaptarse a las circunstancias.
¿Por qué?
Porque eres incapaz de ir más allá de tu cuerpo físico.
¿Y sabes lo único que le preocupa a tu cuerpo físico?
Sobrevivir.
Es entonces cuando te das cuenta que no estás viviendo una vida, sino sobreviviendo en ella, que es muy distinto.
Y cuando tratas de sobrevivir, no tienes tiempo de nada más.
¿Pretendes ser más feliz siguiendo en ese estado?
Tu cuerpo limita y controla la percepción de la felicidad que eres capaz de alcanzar.
Porque se supone que tu cuerpo tiene límites, y esos límites están establecidos por tus sentidos y por tu entorno.
Por lo que si te limitas a eso, no podrás ir más allá y ser más feliz.
Sólo lo conseguirás si eres capaz de sentir por encima de este pilar y dejarlo atrás.
Dejar atrás el límite que te marca y ponerte un objetivo que tus sentidos no son capaces de percibir...."todavía".
3º-PILAR: "El tiempo en el que vives"
Todo parece ir contra reloj.
Nos pasamos la vida corriendo, de un sitio para otro.
Sin saber realmente lo que hacemos, pero no paramos de correr.
Todo hay que hacerlo rápido. Prima la urgencia.
"Cómo ser más productivo en 30 días, y si puede ser en 15 mejor que mejor."
Y si puedo encontrar la solución a algo de la noche a la mañana, fenomenal, menos tiempo que pierdo.
Y no nos damos cuenta de que realmente somos los seres que más tiempo desaprovechamos de todo el planeta.
¿Te has preguntado alguna vez porqué se te pasan tan rápido los fines de semana y se te hacen tan largos los días laborales?
Porque en los fines de semana eres libre y en los días laborales eres un esclavo.
Cuando puedes hacer lo que realmente quieres sin limitaciones, el tiempo vuela.
Cuando eres controlado por tu entorno y por tu cuerpo, el tiempo parece ralentizarse y hacer que percibas cada segundo de dolor que sufres.
El tiempo en sí es algo que inventó el ser humano para poder explicar todo lo que sucedía en su entorno y situarlo en un momento determinado de la historia.
El tiempo es algo que se siente, que notas cómo pasa, cómo van pasando los segundos, los minutos y las horas.
Mientras mejor esté tu cuerpo y tu mente, más probabilidades habrá de que el tiempo pase desapercibido.
Mientras peor te encuentres física y mentalmente, más sentirás el paso del tiempo por tu cuerpo.
Si te das cuenta, el hombre de hoy sigue obsesionado en saber dónde está y qué le pasará después, es decir, en su futuro.
De hecho, una gran parte de nuestras vidas se enfoca en mejorar ese futuro para que cuando llegue el momento, estemos lo mejor posible en él.
Nos obsesiona controlar algo que no sabemos controlar.
Y eso influye en nosotros y nos manipula.
Y ahora te voy a contar un secreto.
El ser humano tiene la capacidad innata de ir más allá del tiempo, de dejarlo atrás y de apreciar cada momento de su vida como si no hubiera un mañana.
¿Y sabes qué proporciona eso?
Una felicidad elevada a la máxima potencia.
No una felicidad con un tiempo de inicio y otro de final, sino algo que estará con nosotros desde que nos levantamos hasta que nos acostemos.
Pero para encontrar esa felicidad, hay que superar esa barrera del tiempo e ir más allá de ella.
No podemos pretender ser más felices en una vida llena de carreras, de velocidad y de situaciones en las que apenas podemos analizar lo que nos sucede.
¿Te has parado alguna vez cuando vas de camino hacia tu trabajo?
Seguro que no.
¿Por qué?
Porque no tienes tiempo.
¿Y qué se consigue con eso?
Que des por obvio circunstancias que puedes tener a tu alrededor en ese momento.
¿Y qué hay de malo en eso?
Que no aprovechas al 100% cada segundo que vives.
Te limitas a buscar la felicidad con el tiempo que te queda después de que tu amo suelta el látigo y te deja algunas horas de libertad.
Horas en las que tu cuerpo (del que todavía no eres capaz de desprenderte) se siente tan cansado que apenas tiene ganas de buscar nada.
Sólo quiere descansar.
¿Pretendes encontrar algo con ese estilo de vida?
¿Llevando una vida limitada y pretendiendo alcanzar algo tan ilimitado como es la felicidad?
Hay cosas incompatibles en esta vida y por suerte o por desgracia tenemos que dejar atrás ciertas cosas e ir más allá de ellas si queremos ser verdaderamente felices.
Y aquí tienes los 3 pilares principales que casi nadie es capaz de superar para ser un poco más feliz.
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